6 de cada 10 empresas no llegarán a tiempo para implementar el nuevo RGPD

6 de cada 10 empresas no llegarán a tiempo para implementar el nuevo RGDP, cuando falta menos de un mes para que se cumpla el plazo, según alertaron expertos de Willis Towers Watson en la jornada 'Consecuencias económicas del Nuevo RGPD y su protección bajo Producto Ciber Riesgo'.

Fernando Redondo, director de Gerencia de Riesgos de la compañía, recordó que el nuevo reglamento europeo es de aplicación obligatoria para todas las empresas españolas, con independencia de su tamaño. Ello se justifica en que el objetivo es proteger los datos sensibles que se manejan en las compañías, al margen de que se trate de una pyme o de una multinacional. Este hecho es especialmente relevante, "ya que los pequeños negocios no son conscientes de que el reglamento es de aplicación directa a ellos también, lo que va a provocar que, en unas pocas semanas, se sitúen en un escenario de incumplimiento legal y ante una potencial multa como consecuencia de la infracción".

En la jornada de Willis Towers Watson se ha señalado que la protección de datos no solo se realiza sobre potenciales ataques cibernéticos, "sino que una fuga de datos puede venir por cualquier simple error, por ejemplo, al poner una dirección en el envío de un correo electrónico", ha concluido Fernando Redondo. Una brecha en la seguridad que, según la gravedad de la misma, puede suponer que una empresa se tenga que enfrentar a una sanción de hasta 20 millones de euros (para las calificadas como muy graves) o un 4% de su facturación anual.

Ahora bien, que no todas las amenazas provengan de los riesgos inherentes al mundo cibernético no significa que estos no existan. Así lo ha explicado Carolina Daantje, directora de Ciber Riesgos de Willis Towers Watson, que ha recordado que "toda empresa que almacena información a través de dispositivos electrónicos está expuesta a ser víctima de un incidente cibernético, malicioso o accidental, con la potencial fuga de datos que ello puede suponer".

Un incidente que, al margen de su origen, conlleva importantes costes económicos para una compañía y que apoya la idea de que, hoy en día, es imperativo que las empresas contraten pólizas de Ciberriesgos. Solo así, ha concluido Carolina Daantje, "en caso de que se produzca el peor de los escenarios, las empresas podrán tener la tranquilidad de que los costes, directos o indirectos que se produzcan como consecuencia del mismo, estarán cubiertos".