El 79% de las empresas españolas se ven obligadas a aceptar plazos de pago superiores a los deseados

El actual contexto económico está provocando un empeoramiento de los plazos de pago en las operaciones comerciales, según se extrae del 'Estudio de la gestión del riesgo de Crédito en España', impulsado por Crédito y Caución e Iberinform, y en el que han participado más de 700 gestores de empresas de todos los tamaños y sectores. 

En el año 2020, se está reflejando el peor comportamiento de toda la serie histórica. Un 24% de las empresas consultadas afirma que su plazo medio de cobro supera los 90 días, un porcentaje que duplica el registrado en 2019. Y solo un 33% reconoce que trabaja con plazos inferiores a los 60 días, mucho menos que hace un año, cuando así lo hacía prácticamente la mitad del tejido empresarial.

Además, un 79% de las empresas confirma que ha tenido que aceptar plazos de pago superiores a los deseados para poder mantener su cartera de clientes. Desglosados por tipología, un 41% dice que ha tenido que aceptar plazos de pago superiores a los deseados por parte de grandes empresas, frente a un 50% que ha tenido que alargar los plazos para trabajar con el segmento de pymes. El mejor comportamiento se registra en el sector público, donde solo el 8% de las empresas que tiene relaciones comerciales con la administración pública ha tenido que aceptar una extensión de los plazos de pago, un porcentaje similar a 2019.

Al abordar las razones que explican la morosidad empresarial, por primera vez desde 2016, la falta de disponibilidad de fondos (55%) vuelve a ser la razón más citada, por delante del retraso intencionado de los clientes (45%). La complejidad del procedimiento de pagos (15%), las disputas sobre la calidad de los bienes y servicios suministrados (6%) o la emisión de facturas incorrectas (4%) completan las motivaciones esgrimidas por los clientes para retrasar sus pagos.