“Este año cerraremos con un volumen de primas de 240 millones de euros”, declara Carlos Navarro, consejero delegado de March JLT, a El País. Destaca la “oportunidad de negocio” que supone la internacionalización de las empresas españolas, que tratan de compensar la debilidad del mercado doméstico. “Esto implica entrar en países que se desconocen, con legislaciones diferentes a la española”, explica Navarro. Además de una mayor tendencia a sufrir reclamaciones a consejeros y directivos por cuestiones financieras, el número de siniestros puede crecer por el menor mantenimiento de las instalaciones, y aumenta el riesgo de robo. “Las empresas tienden a contratar más que antes seguros vinculados al riesgo político”, asegura.

“En Latinoamérica, cuando haces una operación, se suelen exigir unos avales mayores a los que se piden en Europa. Este tipo de avales los contrataban nuestros clientes con sus bancos españoles. Sin embargo, los socios latinoamericanos han empezado a no admitir a estas entidades como avalistas y hemos tenido que ayudar a sustituir a los avalistas por aseguradoras locales”, argumenta Carlos Navarro. March JLT crece también en los seguros de crédito que protegen contra los impagos: “El problema es que es un sector donde hay mucha demanda y poca oferta, y las aseguradoras aprovechan para ser más selectivas y no siempre es fácil encontrar la mejor solución para los clientes”, concluye.