No traducir las pólizas genera pérdidas a las compañías de seguros

A pesar de que la Ley de Contrato de Seguro establece que las pólizas se deben redactar “a elección del tomador del seguro” y en cualquiera de las lenguas oficiales de España o “en otra lengua distinta”, un gran número de mediadores se ‘quejan’ de la dificultad de ello. Especialmente lo hacen aquellos que trabajan en Costa del Sol, Costa Dorada y Costa Blanca, además de las Islas Baleares y las Islas Canarias.

Florentino Pastor, presidente de la ACS-CV, destaca, en conversación con Aseguranza, que ante el hecho de la falta de traducción de las pólizas “la gente extranjera no firma porque no lo lee”.

Condenadas por no firmar

Añade que este hecho puede traer consecuencias económicas para las compañías de seguros en el caso de pasar por un tribunal después de un siniestro. Explica Pastor que cuando la compañía acude a un tribunal por algún problema con la indemnización al no estar “las condiciones particulares firmadas y ser cláusulas que limitan o delimitan el riesgo, el juez ‘tumba’ las reclamaciones de las compañías y tienen que pagar”. Un fallo que “perjudica a las entidades y beneficia al consumidor”.

Manifiesta que esta realidad depende del modus operandi de cada entidad puesto que algunas “separan el condicionado general del particular y entonces tienen menos problemas” en los juicios. El presidente de ACS-CV matiza que cada aseguradora enfrenta el tema de traducir las pólizas de una manera diferente. Algunas cuentan con una división de expatriados más desarrolladas.

El mediador acarrea gastos extras

En ocasiones ante pólizas de patrimonios altos los mediadores tienen que hacerse cargo con gastos extras debido a la necesaria utilización de una traducción jurada, como se señalaba en la última Carta del Mediador.