Nuevos desafíos de la industria aseguradora ante un mercado globalizado

Las XXIII Jornadas Internacionales de Mapfre Global Risks continuaron con paneles simultáneos para plantear los retos candentes que afronta la industria aseguradora en un mercado globalizado. Uno de ellos se refiere a las coberturas de acumulación (cadenas de suministro y CBIs), con la participación de Doris Höpke, presidenta de Munich Re en España, quien alertó que la falta de acumulación puede matar a un reasegurador. Controlar ese riesgo es clave para la actividad de un reasegurador. El sector es muy consciente de la importancia de ofrecer seguros adecuados para todos los riesgos. Peter Bütikofer, director de Reaseguro de Swiss Re, reconoció que los productos reaseguradores son muy difíciles de comprender y “no sé cómo pero necesitamos simplificarlos y ampliar y mejorar nuestra gama”. Precisamente porque las consecuencias de un siniestro van más allá de una explosión u otra catástrofe.

“Eiopa ha sido muy dura con todo el mundo”

En su intervención sobre el papel de las compañías cautivas en los mercados globales y sus procesos de adaptación a Solvencia II, Günter Dröse, presidente de Eciroa, observó que “Eiopa ha sido muy dura con todo el mundo al poner reglas y ahora ha comprendido que necesita dar más flexibilidad a los supervisores”. Lo expresó en referencia a los dos objetivos principales de Solvencia II, la protección del consumidor y más transparencia, pero no deja de ser clave para todas las compañías la profesionalidad y cumplir todos los requisitos.

Miguel Luque, director de Seguros del Grupo Repsol, cuestionó si siguen teniendo sentido las cautivas. Su visión es que continúan teniendo sentido pero ante Solvencia II algunas cautivas tendrán que recapitalizarse, habrá alguna redomiciliación (Solvencia II sólo afecta a Europa) y dificultades de fronting, además de que tendrán función actuarial independiente.

Sobre seguridad nuclear habló María Teresa Estevan, decana del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid y ex presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear. Partió de las consecuencias del terremoto y posterior maremoto en Japón en 2011 que afectó a la Central de Fukushima, un “accidente gravísimo” sin víctimas ni grandes afectados por radiaciones ionizantes, pero con enorme eco mundial. No existe riesgo cero, pero Estevan ofrece como lección aprendida que las centrales nucleares son seguras. Advierte, eso sí, que en zonas sísmicas de alto riesgo es urgente reevaluar todas las bases de diseño y las medidas de seguridad y preventivas. Y se requieren estudios detallados de sismicidad y un plan de formación del personal para situaciones de emergencia.

Otra mesa redonda sobre los programas de seguros regionales en Latinoamérica ofreció tres premisas para su buena implantación: Acompañamiento, cercanía y transparencia.