Las autoridades europeas de supervisión (EBA, Eiopa y Esma) advierten en un informe conjunto sobre los riesgos para 2022 que las crecientes vulnerabilidades en todo el sector financiero, así como el aumento de los riesgos medioambientales y cibernéticos, ponen en riesgo la recuperación.

Para empezar, consideran que la invasión de Ucrania por parte de Rusia y sus consecuencias económicas han agravado las perspectivas de crecimiento e inflación y han aumentado la volatilidad de los mercados. "La resistencia dependerá fundamentalmente de la capacidad de los mercados y las instituciones financieras para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania", estiman, y creen que para soportar los cambios será importante el apoyo de las políticas públicas en el ámbito monetario o fiscal.

Además. algunos de los riesgos surgidos durante 2021 y que se destacan en el informe se vieron amplificados por la invasión rusa de Ucrania. La economía de la UE estaba en vías de recuperarse con fuerza de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 y el sector financiero demostró en gran medida su capacidad de resistencia. "Sin embargo, la recuperación parece haberse visto obstaculizada por nuevas oleadas y variantes del virus, la preocupación por el riesgo de inflación, la subida de los precios de las materias primas y el aumento de los riesgos geopolíticos".

Las tres autoridades de supervisión admiten que se han acumulado vulnerabilidades y riesgos adicionales para el sistema financiero. Señalan que "los mercados siguen siendo vulnerables a los cambios, especialmente si las condiciones financieras se endurecen inesperadamente debido a las presiones inflacionistas. En el sector inmobiliario, el persistente aumento de los precios y el mayor endeudamiento de los hogares han incrementado los riesgos. Al mismo tiempo, el sector financiero está cada vez más expuesto a los riesgos medioambientales y a los derivados de la digitalización".

6 recomendaciones

EN función de los riesgos e incertidumbres analizados los supervisores han lanzado 6 recomendaciones para las autoridades nacionales competentes, las instituciones financieras y los partícipes del mercado.

-Las instituciones financieras deben estar preparadas para otras posibles implicaciones negativas derivadas de las tensiones geopolíticas y garantizar el cumplimiento de los regímenes de sanciones establecidos tanto en la UE como a nivel mundial.

-Los supervisores e instituciones financieras deben prepararse para un posible deterioro de la calidad de los activos en el sector financiero.

-Vigilar de cerca el impacto de nuevos aumentos de las rentabilidades y de las reversiones repentinas de las primas de riesgo sobre las instituciones financieras y los inversores.

-Los inversores minoristas son motivo de especial preocupación, y los supervisores deben vigilar los riesgos para ellos, debido a que su participación en los mercados financieros ha aumentado sustancialmente en los últimos años.

-Las instituciones financieras deberían incorporar en mayor medida los criterios ESG en sus estrategias empresariales y estructuras de gobernanza.

-Por último, teniendo en cuenta el elevado nivel y la frecuencia de los incidentes cibernéticos, las instituciones financieras deben reforzar su resistencia cibernética y prepararse para un posible aumento de los ciberataques.

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