La OCU ha iniciado una campaña para captar votos contrarios al cambio de los estatutos sociales de Mutua Madrileña y de la gestión de su presidente, Ignacio Garralda. La organización de consumidores critica los cambios que ponen trabas a la representación de los mutualistas y abren la posibilidad de establecer derramas para cubrir eventuales pérdidas sin haber agotado antes los fondos mutuales.

Por otra parte, Mutua Madrileña ha puesto en marcha una nueva edición de su programa de voluntariado social corporativo, dotado de 40.000 euros, para que los empleados propongan y participen en iniciativas solidarias. Los dos primeros proyectos del programa son un curso de informática a mujeres inmigrantes y un plan de acciones de ocio e integración con Fundación Magdalena para mujeres con discapacidad intelectual, publica Cinco Días.