El Covid-19 está pasando factura a la salud mental de los españoles. Según se extrae de un avance del Estudio Paneuropeo AXA sobre Salud Mental impulsado Fundación AXA, un 34% de los ciudadanos encuestados define su estado de ánimo como "malo" o "muy malo", lejos del 8% que reconocía estar en esa misma situación antes de la pandemia.

Antes del confinamiento, un 60% de los españoles calificaba su salud mental como "buena" o "muy buena". En cambio, ahora sólo la cataloga así un 20% de los entrevistados; es decir, el porcentaje ha caído nada menos que 40 puntos. Además, los datos reflejan que únicamente un 7% de los mayores de 65 años dice encontrarse bien frente al 33% que se siente mal o muy mal.

Asimismo, un 44% reconoce haber tenido "problemas emocionales" concretos durante el confinamiento y un 18% hasta los califica como serios. La tristeza, la depresión y la ansiedad acaparan más de la mitad de estos problemas. A continuación, se sitúan las crisis de pareja y los ataques de pánico. En paralelo, un 78% de los encuestados afirma que sus niveles de estrés se han incrementado y un 41% considera que ha llegado a perder el control de sus vidas.

"Las situaciones de duelo, el miedo, el estrés o la angustia son aspectos que no podemos dejar pasar por alto porque tendrán un efecto directo sobre nuestro estado de salud y nuestro futuro", ha subrayado Josep Alfonso, director general de Fundación AXA, que ha añadido: "España es uno de los países que han sufrido una merma emocional más importante en Europa y en el que el confinamiento, el impacto económico y las incertidumbres actuales han pesado sobre el estado de ánimo general de la población".

Obviamente, también afecta la situación económica que esté atravesando la persona. El 48% revela que ha empeorado, un porcentaje que sube al 61% en el caso de personas que se encuentran mal emocionalmente.  

Ocho de cada diez personas, además, dice que ha valorado solicitar ayuda profesional para afrontar los problemas emocionales.