Por amplia mayoría, el Parlamento Europeo ha aprobado la nueva norma comunitaria sobre ciberseguridad, cuya novedad más relevante es el nuevo sistema de certificación para garantizar que los productos, procesos y servicios respetan los estándares de ciberseguridad.

Entre los objetivos se encuentran una mejor protección para los consumidores y al mismo tiempo procedimientos más sencillos para las empresas. Y se reclama reforzar Enisa, la agencia europea de ciberseguridad.

Asimismo, los eurodiputados piden a la Comisión y a los Estados miembros directrices sobre cómo hacer frente a las amenazas y vulnerabilidades cibernéticas en la implantación de las redes 5G, "mediante, por ejemplo, la diversificación de proveedores, la división de los procesos de compra en varias fases y con una estrategia conjunta para disminuir la dependencia de Europa de la tecnología de ciberseguridad extranjera", explica el PE.

Piden a la Comisión a que encargue a Enisa desarrollar un sistema de certificación para garantizar que el despliegue de la 5G en la UE cumple las normas de seguridad más estrictas.

La nueva ley de Ciberseguridad de la UE, acordada de manera informal con los Estados miembros, destaca la importancia de garantizar la seguridad de las infraestructuras críticas, incluidas las redes energéticas, el agua, el suministro de energía y los sistemas bancarios, además de los productos, procesos y servicios. A más tardar en 2023, la Comisión evaluará si alguno de los nuevos regímenes voluntarios debe ser obligatorio.

La amenaza china

Los eurodiputados también aprobaron una resolución por la que solicitan medidas ante la amenaza de seguridad que representa la creciente presencia de empresas tecnológicas chinas en la UE. En ese contexto la Cámara se hace eco de las advertencias sobre el equipamiento 5G que están desplegando algunas compañías chinas, ya que podría incluir mecanismos para dar acceso a los fabricantes y a las autoridades a datos privados y a telecomunicaciones en territorio europeo.