Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles, ultima su propuesta para eliminar el “obsoleto” impuesto de matriculación. Es una de las medidas que la asociación considera necesarias para favorecer el aumento de las ventas de vehículos, lo que a su vez se traduciría en un aumento de la seguridad vial, contratación de seguros, etc.

En declaraciones a Aseguranza, fuentes de Anfac señalan que “estamos trabajando en una reforma fiscal, de manera que el tratamiento fiscal para el vehículo se balanceara desde la compra al uso introduciendo criterios medioambientales”. La razón es que “existe un impuesto obsoleto en la compra como es el impuesto de matriculación y su concepción actual es antigua y no tiene nada que ver con la realidad del parque automovilístico español”.

El objetivo es matricular entre 1,3 y 1,4 millones de vehículos nuevos al año. Esa meta vendría por una coyuntura económica favorable, junto a más planes de rejuvenecimiento y una reforma fiscal en los impuestos de matriculación y circulación.

A favor del distintivo ambiental de la DGT

La DGT ha empezado a enviar una carta a los propietarios de vehículos, junto con una etiqueta adhesiva, que les permitirá conocer el potencial contaminante de su vehículo. La duda es si el envío es el soporte que necesitaban los ayuntamientos para justificar restricciones de tráfico en días de alta contaminación. Es posible que incluso en el futuro los ayuntamientos incorporen algún impuesto especial para los vehículos más antiguos y contaminantes.

Las fuentes de Anfac consultadas afirman que el medioambiente es una tarea de todos y “la industria del automóvil está haciendo sus deberes, pero se necesita una estrategia integral de todos los agentes implicados en el entorno, Administraciones, ciudadanos, etc”. Por eso creen que es especialmente importante una regulación adecuada y que tenga en cuenta la competitividad de las industrias, y que haya una eficaz coordinación entre las diferentes fuentes emisoras de esas normativas.

En consecuencia, Anfac estima que “el sistema de etiquetado de la DGT es positivo, sobre todo desde el punto de vista de la uniformidad en la categorización de los vehículos, de manera que ahora, las iniciativas de movilidad o de fiscalidad cuentan con un sistema uniforme en todo el territorio español”.