El resultado de Pelayo en el primer semestre fue de 6,27 millones de euros, lo que representa un incremento del 2% respecto al mismo periodo de 2011. Según la mutua, este incremento se debe a las distintas iniciativas puestas en marcha para adaptarse a la negativa situación del mercado, así como al ajuste de gastos para mejorar la eficiencia. La facturación cayó un 8,7%, hasta los 219,6 millones, debido fundamentalmente a la disminución de la prima media en Autos, por la bajada de tarifas y la contratación de garantías más básicas. 

La siniestralidad se mantuvo en “la buena línea que lo venía haciendo”,  situándose en 70,1%, ligeramente por debajo de la de misma fecha del pasado año, por la menor utilización del vehículo en desplazamientos por carretera y la selección de riesgos practicada por la entidad.

La solvencia de la mutua sigue siendo uno de sus factores clave en la gestión, alcanzando este primer semestre 294 millones, que suponen 3,7 veces el mínimo exigido. Su estrategia sigue adaptándose a las condiciones del mercado y a la situación económica, marcando como objetivos prioritarios: “La fidelización de la cartera de clientes, la correcta selección de riesgos y la gestión con una mayor eficiencia de gastos, que permita obtener un adecuado margen de negocio. Todo ello con la premisa de la calidad de servicio como factor diferenciador”.