Pelayo premia a los distribuidores que luchan por conservar la cartera en las mismas condiciones

Para el presidente de Pelayo José Boada, será el próximo año cuando llegue al sector el impacto del Covid-19 debido a la caída del PIB. En 2021 "nos encontraremos con un escenario con menos primas y más siniestralidad, teniendo gran incidencia cómo se comporten las inversiones en los mercados financieros". En su participación en un nuevo encuentro organizado por Inade aseguró que su entidad mantiene permanente contacto con todos los distribuidores y que se han barajado todo tipo de soluciones para los tomadores: "Estamos premiando a los distribuidores que están haciendo esfuerzos por conservar la cartera en las mismas condiciones", resaltó,

Sobre la posibilidad de que a futuro se proporcione una solución aseguradora al riesgo de epidemia/pandemia, el presidente de Pelayo señaló que se están haciendo "avances en la negociación de cobertura vía Consorcio. Lo estamos estudiando con bastante amplitud, analizando y toda la problemática asociada al riesgo de pandemia y de paralización por el estado de alarma. Hay predisposición por analizarlo con la industria y buscar una solución".

Boada también se refirió a los seguros Agrarios, un ramo "que está respondiendo mejor y manifestando un mejor comportamiento. Es un sector al que le está afectando menos la situación, ya que está siendo un sector prioritario y se está manteniendo el consumo". E indicó que es "el único ramo que en estos meses no ha tenido ninguna caída de producción, incluso es un poco superior al año pasado".

Situación de los autónomos

En el encuentro también participó el presidente de ATA, Lorenzo Amor, quien afirmó sobre la situación por la que atraviesan los trabajadores autónomos que "a lo largo de estos dos meses los gastos de muchos autónomos han sido prácticamente los mismos que antes de la llegada del coronavirus, pero los ingresos han caído en picado. Gracias a mecanismos como los ERTE y a las ayudas de las aseguradoras con la moratoria en pago de primas, la caída no ha sido mayor".

También apuntó que "ha habido cuantitativamente más ayudas a los autónomos desde el sector privado que desde el sector público" y que "no veremos la vuelta a la recuperación total de la actividad y del empleo hasta dentro de tres años".

Lorenzo Amor prevé que en materia de empleo la fase más dura llegue entre el tercer y el cuarto trimestre. Cree que "si no hay posibilidad de dar financiación, al menos se debieran haber eliminado obligaciones de cotizaciones de la seguridad social o el pago de impuestos sobre sociedades y la liquidez hubiera sido inmediata. Yo no hubiera apostado por tanto ERTE sino por otros mecanismos. A muchas empresas les hubiese sido útil eliminar cotizaciones e imposiciones en vez de asumir toda la burocracia que conlleva un ERTE, que además pueden ser una ayuda envenena".