Las pérdidas aseguradas globales por desastres naturales alcanzan los 120.000 millones de dólares

Las pérdidas aseguradas globales por desastres naturales alcanzan los 120.000 millones de dólares, similares a las producidas en 2021 y superando de nuevo la barrera de los 100.000 millones, según datos facilitados por Munich Re. El cambio climático y los efectos de La Niña han sido los principales causantes de estas pérdidas.

El monto total todavía provisional se estima en 270.000 millones de dólares, cifra inferior al extremadamente costoso año 2021 cuando se alcanzaron los 320.000 millones de dólares.

Este alto nivel continuado de pérdidas aseguradas está afectando a las aseguradoras en un momento en el que tienen que hacer frente tanto a altas tasas de inflación como a una base de capital cada vez menor debido a la subida de los tipos de interés. Por el contrario, el efecto positivo sobre las inversiones de unos tipos de interés más altos sólo llegará con el tiempo.

"Hay que tener en cuenta dos factores a la hora de considerar las cifras de catástrofes naturales de 2022. En primer lugar, estamos experimentando condiciones de La Niña por tercer año consecutivo. Esto aumenta la probabilidad de huracanes en Norteamérica, inundaciones en Australia, sequía y olas de calor en China, y lluvias monzónicas más intensas en partes del sur de Asia. Al mismo tiempo, el cambio climático tiende a aumentar los fenómenos meteorológicos extremos, con lo que los efectos a veces se complementan", explica Ernst Rauch, Jefe de Climatología de Munich Re.

Las peores catástrofes del año

El huracán Ian en septiembre fue responsable de más de un tercio de las pérdidas totales y de aproximadamente la mitad de las pérdidas aseguradas en todo el mundo. Según estimaciones provisionales, causó pérdidas globales de unos 100.000 millones de dólares, de los cuales 60.000 millones estaban asegurados (sin incluir el NFIP2). En términos de pérdidas aseguradas ajustadas a la inflación, Ian fue el segundo ciclón tropical más costoso registrado después del huracán Katrina en 2005.

La segunda catástrofe humanitaria más costosa y grave del año fueron las graves inundaciones en Pakistán provocadas por las lluvias monzónicas, que batieron récords. En el mes de agosto, las precipitaciones fueron entre cinco y siete veces superiores a lo habitual. El deshielo acelerado de los glaciares debido a las altas temperaturas aumentó considerablemente las inundaciones. Al menos 1.700 personas perdieron la vida. Las pérdidas directas se estiman en al menos 15.000 millones de dólares, una cantidad enorme si se tiene en cuenta el PIB del país. Casi nada estaba asegurado e innumerables personas perdieron todas sus pertenencias.

Sin embargo, para las aseguradoras, la segunda catástrofe natural más costosa de 2022 fueron las inundaciones en el sureste de Australia en febrero y marzo. De las pérdidas totales de aproximadamente 6.600 millones de dólares, algo menos de 4.000 millones estaban asegurados. En octubre, las lluvias torrenciales provocaron de nuevo desastrosas inundaciones en el sureste del país. Sin embargo, las pérdidas no fueron tan graves como las de principios de año. En total, las inundaciones en Australia causaron pérdidas por valor de 8.100 millones de dólares el año pasado, de los cuales 4.700 millones estaban asegurados.

Thomas Blunck, miembro del consejo de administración de Munich Re indica que "el cambio climático se está cobrando cada vez más víctimas. Las cifras de catástrofes naturales para 2022 están dominadas por fenómenos que, según los resultados de las últimas investigaciones, son más intensos o se producen con mayor frecuencia. En algunos casos, se dan ambas tendencias. Otro aspecto alarmante del que somos testigos una y otra vez es que las catástrofes naturales golpean con especial dureza a los habitantes de los países más pobres. Por eso hay que dar más prioridad a la prevención y a la protección financiera, por ejemplo en forma de seguros".

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