Las relaciones entre corredores de seguros y aseguradoras siempre es objeto de análisis y un adecuado termómetro del momento del sector. Estas relaciones las destacó el presidente fundador de la correduría Ferrer&Ojeda, Luis Ferrer, en la celebración del Día Mundial del Seguro, organizado por la Fundación Inade, y que donde se entregaron los Premios Galicia Segura.

Ferrer recibió el Premio a la Distribución de Seguro y en una conversación con Rafael Urrutia, director general de Surne (Premio Galicia Segura al Asegurador), se refirió a la importancia del componente humano dentro de la distribución. Subrayó como algo relevante ir de la mano con "organizaciones que te escuchen". Destacó que cuando le preguntan qué pide a una compañía de seguros responde: "Que me deje dormir por la noche, que confíe en que cuando hay un problema lo vamos a compartir. Encontrar a alguien con quien compartir esto no tiene precio". En este sentido mencionó que en el sector se habla mucho de la importancia de las personas, "pero hay que practicarlo", recomendó.

​En el acto de celebración se refirió también a la historia de su correduría, la historia de dos familias que decidieron fusionarse en 1986 para "generar más recursos para nuestros clientes" y "centrarnos en la parte cualitativa que es la que nos tiene que marcar la diferencia". Apuntó que la correduría nació bajo 3 pilares: ilusión, visión a largo plazo y calidad humana. Ahondó en la idea de que se trata de "un proyecto basado en las personas, de confianza, honestidad y, sobre todo, generosidad".

Ferrer se refirió al momento de concentración que vive el sector de las corredurías en particular. Restó importancia al manifestar que "parece que hayamos descubierto la concentración hace un año", cuando su correduría ha realizado más de 45 incorporaciones desde su fundación. Señaló la importancia de las personas en estos procesos, contar "con mismas ideas, valores y que entiendan lo mismo".

También restó importancia al tamaño: "Todos los tamaños de mediador tienen cabida en el mercado", aunque matizó que "luego veremos de qué manera". Explicó que lo importante es que cada uno sepa "cuál es su estrategia, su segmento y dónde actuar, pero todos los proyectos son igual de buenos".

En primera persona, manifestó que Ferrer&Ojeda no cierra la puerta a ningún proceso de concentración, "pero no vemos las operaciones desde un punto de vista económico-financiero que es lo que ahora está en boga". Incidió en que "nos interesa mucho más el proyecto" y, si el proyecto convence están "total y absolutamente abiertos".

Estabilidad de mercado

Sobre otras cuestiones de mercado mencionó la dureza que vive el mercado con subida de precios y franquicias. Una situación que ya ha pasado más veces, "y a los dos años volvimos a la guerra de precios". Por ello, pidió a las aseguradoras que "marcaran un mínimo" y que no se volviera a bajar el control de los riesgos para no encontrarse con momentos como el actual donde manda la suscripción: "No me gustaría que abandonáramos la capa técnica que predomina ahora; la estabilidad iría muy bien".

Manifestó también que estos cambios se traducen en un problema para el cliente, "con discursos de bajadas y subidas" de primas. La estabilidad contribuiría a que "el sector tuviera mejor opinión en la sociedad".

Por último, el presidente fundador de Ferrer&Ojeda dedicó unas reflexiones sobre el trabajo con empresas multinacionales. No se mojó sobre qué es mejor o peor porque "no hay una regla general", pero sí señaló que hay unas con más autonomía que otras y "siempre ayuda habar con personas que tengan poder de decisión". En su opinión, la entrada de multinacionales al sector asegurador español "aportó visiones distintas, otras formas de hacer las cosas, nuevas coberturas" y, en definitiva, "han ayudado a desarrollar nuestro sector".

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