Hace 40 años que la prueba de fuego para los empresarios era seducir a los consumidores jóvenes. En los próximos años "la prueba de fuego del empresario exitoso será ser capaz de seducir de nuevo a esos mismos jóvenes; solo que, cuatro décadas después, esos jóvenes son los que alimentan eso que llamamos la economía de las canas". Con estas palabras Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa y vicepresidenta de la CEOE,  animó a los empresarios reunidos en el Congreso 'Empresas en la era silver' organizado por la Confederación de Empresarios y Cepyme a centrar sus esfuerzos y poner el foco en el nuevo consumidor, que no es otro que la generación de más de 65 años.

Los mayores de 65 años suponen entre el 9 y el 10% de los consumidores actualmente, y se triplicará en los próximos años. Hasta ahora esta población centraba su consumo en alimentación y vestido, pero "se avecinan cambios".

La presidenta de Unespa reflexionó sobre la prolongación de la vida activa. "Los sistemas laborales invitarán crecientemente  a los ciudadanos a trabajar más años como una medida lógica para mejorar la sostenibilidad de las pensiones y por pura justicia intergeneracional, pues resulta indefendible decir que nuestros 65 años son los mismo 65 que cumplieron nuestros padres, no digamos nuestros abuelos". Así, "trabajadores activos durante más años supone prolongar determinados patrones de consumo y demanda más allá del momento en que se despliegan hasta ahora". Es decir, sus demandas de consumo cambiarán y sin duda se ampliarán. "El consumidor de las canas va a ser consciente de su fuerza como consumidor, de sus necesidades específicas y de sus necesidades de colmarlas", algo a lo que las empresas deben responder con productos adecuados, sobre todo con "productos que tengan un nivel adecuado de extensión intergeneracional".