Rafael Catalá: “El sector asegurador desempeña un papel que desborda aspectos puramente económicos”

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, transmitió “el reconocimiento del Gobierno a un sector que constituye sin ninguna duda un sólido factor de cohesión social a la vez que de eficiencia económica. Y que por lo tanto, y desde el punto de vista que al Gobierno también le corresponde, requiere, merece y justifica una respuesta adecuada en términos de seguridad jurídica”. En su intervención en la clausura de la Asamblea y la presentación de la Memoria Social de Unespa, subrayó que por la complejidad, “el sector asegurador desempeña un papel que desborda aspectos puramente económicos para constituirse en un verdadero factor de seguridad para el conjunto de la sociedad”. Lo justificó en el hecho de que en los años “muy difíciles” de crisis el sector ha sido uno de los puntales de la economía española sin descuidar también la función garantista. Agradeció que la Memoria Social sigue destacando “la contribución al bienestar de los ciudadanos y a la estabilidad económica”.

Catalá expresó que la importancia del sector asegurador responde a que ha sabido gestionar situaciones muy complejas mediante la creación de mecanismos simples, efectivos, para atender las necesidades de todas aquellas personas que han podido considerarse eventualmente beneficiarias de la cobertura de los seguros y en general a todos los ciudadanos. Todo ello “acompañado de un acercamiento creciente a todos los asegurados y a una integración también relevante con otros actores importantes como han sido los corredores de seguros o los peritos. Me consta que en esta línea los responsables del sector sois conscientes de la importancia de la transparencia como elemento previo a la confianza que la sociedad debe tener en el sector y que sin duda es un elemento determinante para la buena marcha del conjunto de la actividad.

Baremo: un gran avance en el trato dispensado a las víctimas

El ministro de Justicia se refirió ampliamente al Baremo y reconoció el papel “verdaderamente protagonista” que han tenido las entidades aseguradoras, las asociaciones de víctimas, la Fiscalía especial en materia de seguridad vial y los expertos consultados en la materia. “Porque además, y yo creo que es muy razonable y muy sano reconocerlo en términos de estabilidad democrática, el mérito no le corresponde en exclusiva a este Gobierno, porque como bien sabéis la comisión de expertos inició sus trabajos en el año 2010, por tanto nosotros hemos sido hereditarios de los trabajos desarrollados por muchas personas”.

Destacó el avance en cuanto al trato que se dispensa a las víctimas, al sistematizar y dotar de un contenido sustantivo propio las indemnizaciones al incorporar conceptos tales como el daño emergente o el lucro cesante, que no existían en el sistema actual, y la seguridad jurídica. Aseveró que “el nuevo Baremo establece un sistema de indemnizaciones activo, actualizado y adaptado a la realidad que hace posible conocer sus repercusiones jurídicas, económicas y también les permite a ustedes un elemento de certeza jurídica como es calcular el coste de las indemnizaciones y el coste final de los siniestros. Con ello, sin duda conseguimos una reparación íntegra, justa, de los daños y perjuicios sufridos por las víctimas”. También que se dota a las aseguradoras de unas reglas de valoración y límites objetivos previamente establecidos en un sistema indemnizatorio “que estoy convencido de que facilitará las transacciones extrajudiciales. Barriendo para mi casa, tampoco es de menor importancia limitar el acceso a la Justicia por parte de los ciudadanos y las empresas y reducir la litigiosidad y la carga de trabajo del sistema judicial en su conjunto”.

Rafael Catalá resaltó la importancia que también adquiere contar con un sistema de tablas que el nuevo Baremo utiliza, facilitando la rápida resolución de los conflictos, fomentando los acuerdos y las soluciones extrajudiciales.

“En definitiva –expuso-, la reforma del Baremo confirma la valiosísima contribución del sector asegurador a las víctimas de los accidentes de tráfico y en última instancia al conjunto de la sociedad. Garantiza el desarrollo futuro y acerca nuestro sistema al entorno europeo en el que nos desenvolvemos cotidianamente en un momento en el que la internacionalización de la actividad aseguradora me consta que es uno de los elementos habituales y uno de los retos más importantes que todas las empresas tienen en este momento”.