El Grupo de Reflexión sobre Políticas Públicas que impulsa Unespa ha presentado su segundo dictamen sobre la reforma del sistema de pensiones en el que propone que cada ciudadano tenga una cuenta personal (nocional) en la que se acumulen sus cotizaciones y las consiguientes revalorizaciones; una información que debe ofrecer el sistema y que permitiría conocer los ahorros conseguidos por esta vía de cara a la jubilación y tener unas expectativas en función de una información concreta: La pensión de cada trabajador sería el resultado de recibir como jubilado todo lo que ha aportado al sistema, actualizado en función del PIB, y dividido entre los años de esperanza de vida que actuarialmente le queden desde que se jubile.

Según ha explicado el presidente de este Grupo Consultivo, Juan Manuel Eguiagaray, este sistema, que seguiría siendo de reparto, mantendría la solidaridad intergeneracional (los activos cubren los pasivos), de forma que, por ejemplo, la parte a cubrir para alcanzar una pensión mínima se financiaría con impuestos, y no con cotizaciones de otros trabajadores. La implantación, por tanto, de cuentas personales podría requerir, según afirma Felipe Serrano, miembro del Grupo Consultivo, un aumento de impuestos.

Eguiagaray ha enumerado las ventajas que tendría esta fórmula: Se produciría un ajuste automático entre las aportaciones al sistema y la pensión recibida creando un sistema basado en el conjunto de las aportaciones que se hagan y no en los años de cotización; mayor transparencia al permitir al trabajador conocer en cada momento su aportación acumulada y su escenario de pensión, lo que a su vez serviría para tomar mejores decisiones de ahorro y gasto pensando en el complemento a la jubilación pública; y una separación radical de fuentes de financiación.

Sistema de capitalización

Además, este grupo de reflexión considera necesario que la parte de capitalización sea mayor para mitigar la reducción de la “generosidad” que se va a producir en el sistema de reparto como consecuencia de la reforma iniciada del sistema de pensiones. Según Eguiagaray, aunque el sistema de capitalización no es la panacea universal, es necesario y en estos momentos “tenemos un sistema de capitalización débil y desarticulado”. Estas deficiencias se achacan al patrón de ahorro que existe en España. El 80% está invertido en activos inmobiliarios, mientras que el capital acumulado en Fondos de Pensiones representa sólo el 8% del PIB (frente al 130% de los Países Bajos, 80% de Reino Unido o el 14% de Portugal): “Así es difícil que el sistema de capitalización pueda ser una fórmula adecuada para completar la pensión”. El grupo dedicará el tercer dictamen sobre las pensiones a presentar medidas para incentivar la capitalización de ahorro para la jubilación, algo para lo que es necesario, según ha asegurado la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, reforzar la educación financiera de los ciudadanos.

El Grupo de Reflexión sobre Políticas Públicas, que impulsa Unespa, está integrado actualmente por Juan Manuel Eguiagaray (ex ministro de Administraciones Públicas y de Industria y Energía); José María Fidalgo ( ex secretario general de CCOO); José Luis Leal (ex presidente de la AEB); Rafael Doménech (economista jefe de España y Europa de BBVA Research); Víctor Pérez-Díaz (catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid) y Felipe Serrano (catedrático de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco).