En aquellas organizaciones inmersas en procesos de fusión y adquisición, la retención del talento clave se convierte en una de las claves del éxito de esas operaciones. Mercer constata en un nuevo estudio que cuando las empresas adoptan un programa de retención, “los ejecutivos identificados como clave para el éxito a largo plazo de la operación, son elegibles para los incentivos de retención en el 70% de los programas, en comparación con los empleados clave para el éxito a corto plazo de la integración, que son elegibles en sólo el 53% de los programas”.

Otro dato relevante se refiere a que la utilización de incentivos de retención es mayor en las organizaciones que realizan operaciones transfronterizas, de hasta un 80% para los ejecutivos clave para el éxito a largo plazo y el 60% para los empleados importantes para el éxito a corto plazo de la integración. Otra consideración apunta que “los incentivos de retención, que están diseñados para mantener a los empleados durante o después del cierre del acuerdo, están ampliamente extendidos para retener el talento, mientras que los bonos de negociación, que compensan a los empleados por el trabajo realizado durante una negociación, se utilizan con menos frecuencia”.