“Necesitamos un sistema público sólido y sostenible. Es de justicia social. La reforma de las pensiones debe abordarse con consenso, al margen de un partido político. Es una transformación a largo plazo, a 15 ó 20 años, que no coincide con el calendario político”, declara Jean-Paul Rignault, consejero delegado de AXA España, a El Mundo. “El ahorro en pensiones es un esfuerzo a largo plazo que no está reservado a los más ricos. Debemos convencer a los españoles de que hay que ahorrar y no sólo en el piso, también en pensiones porque la pensión pública va a bajar y es importante complementar el sistema público con un sistema vía empresas y también individualmente”, añade.

“Pedir ahorrar a alguien sin trabajo o a una empresa con dificultades financieras es bastante difícil. Pero España es un país con mano de obra de calidad excelente y competitiva y cuando la recuperación llegue, para fidelizar a los empleados y mantener la competitividad las empresas podrán ofrecer a sus trabajadores un Plan de Pensiones o de Salud porque es un beneficio social con un retorno importante y seguramente más atractivo que sólo un aumento de la remuneración”, afirma Rignault. “El incentivo fiscal es positivo, una ayuda. Pero una persona no debería ahorrar sólo por una cuestión fiscal. La razón de ser de un Plan de Pensiones es la de tener una pensión al jubilarse con o sin incentivo fiscal”, concluye.