Rosendo Hernández, técnico de Daños Personales y autor del blog Área de Siniestros, Red Cumes, escribe en un artículo en el nº de marzo de Aseguranza que “mucho se está hablando de víctimas de accidentes de tráfico e incremento de costes en sus reclamaciones con la inminente derogación de las faltas en el Código Penal. Unos costes que la revisión de las tasas judiciales solo va a aliviar ligeramente. Y mucho más se lleva hablando de mediación de conflictos como solución a la lentitud y el dispendio que implica un litigio, al que podrían verse abocados casi el 80% de esos accidentes”.

En ese contexto afirma que “poco puedo añadir ya a lo hablado por los expertos sobre ello, salvo la opinión de los “mediados” -los protagonistas del conflicto- y, en concreto, la de un tramitador de siniestros. Que la mediación y, en general, los ADR, pese a sus evidentes ventajas, ni resultan ninguna panacea ni gozan de popularidad, lo reconocen los propios mediadores. El éxito de su implantación pasa por identificar claramente los asuntos “mediables” y difundir la experiencia de los mediados. En ello, los siniestros de automóviles juegan un papel decisivo”.

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