El sector asegurador debe trabajar en el resultado técnico y en evitar el riesgo de contagio
El sector asegurador español debe definir las estrategias de futuro y superar los retos para encarar
Entre esos 10 retos identifica el prolongado bajo nivel de tipos de interés, que impacta directamente en las cuentas de resultados de las compañías. Por ello subraya que se debe trabajar en poner el foco en el resultado técnico, nada fácil de hacer.
También existe el riesgo de contagio de otros sectores. Del financiero, en concreto. Fernández Palacios está convencido de que para el sector asegurador lo peor del contagio bancario ha pasado y no va a afectar a la estabilidad, pero es muy importante no generar excesivas dependencias del sector financiero. Recomienda una adecuada diversificación de canales, que no significa renunciar a nada porque “el modelo de seguros no tiene nada que envidiar al bancario”.
Todas las estrategias parten de la base de una situación de elevada incertidumbre económica, con elementos de cambio estructural que afectan a la sociedad y al sector, junto a riesgos geopolíticos. Apunta que hay que insistir en los fundamentos de negocio y en que el seguro es el mejor instrumento para reducir
El quinto reto es el de un contexto de costes marginales crecientes y precios a
Un sexto reto toma cuerpo ante la evolución hacia un sistema mixto de pensiones. Fernández Palacios cree que se producirá una retirada de las coberturas públicas y que se irá a un sistema mixto. Es una “tremenda oportunidad para la industria aseguradora”, pero hay una credibilidad que todavía nos tenemos que ganar. Hay que mejorar la transparencia y el asesoramiento al cliente. Enlazado con lo anterior, remarca como desafío la movilización del ahorro acumulado en inmuebles para facilitar su conversión en un flujo permanente de ingresos. Recomienda un impulso a la transformación en rentas vitalicias. Se debe facilitar mediante incentivos fiscales.
Ante el progresivo envejecimiento poblacional, el sector asegurador debe tomar conciencia de los enormes riesgos. “En el sector tenemos que ser muy conscientes desde las primas que emitimos hoy. Diez años pagando más pensiones de lo que se había calculado puede suponer la quiebra de un asegurador”. El directivo apunta a una adecuada gestión del riesgo de longevidad. El noveno reto se relaciona con el anterior y el de la complementariedad de las coberturas públicas, no sólo jubilación. Van a aparecer oportunidades y pide un impulso a los seguros de Fallecimiento, Invalidez, Salud y Dependencia.
Por último, identifica el desafío de la regulación, que cada vez demanda más recursos por parte de las entidades. Mucho tiempo y dinero en adaptación, sobre todo Solvencia II. “El desafío es convencer a los reguladores de dar un tratamiento adecuado a las garantías a largo plazo. Y también la necesidad de atraer inversores a la industria”, concluye.
Begoña González, directora del Centro de Estudios del Instituto de Ciencias del Seguro de