El seguro se queja de que Solvencia II trata al sector como si fueran 'traders'

La Fundación de Estudios Financieros (FEF) ha presentado el documento de trabajo 'El sector asegurador como inversor institucional y elemento estabilizador de la economía'. Ésta es la principal conclusión: el seguro tiene un importante papel como inversor institucional y estabilizador de la economía, y ello pese a la crisis, según ha explicado Inmaculada Domínguez, codirectora del estudio.

Este relevante papel es el que intentan poner en valor los expertos del sector asegurador en este trabajo y el que justifica que hayan realizado una serie de recomendaciones, fundamentalmente a los reguladores, que potencien ese rol del seguro como inversor institucional. Una de las cosas que piden es la recalibración de la fórmula de carga de capital en Solvencia II. Según explican, la calibración actual "asume que las aseguradoras invierten como si fueran traders, como si estuvieran expuestas a realizar ventas forzadas en el peor de los momentos".

Sin embargo, Inmaculada Domínguez recuerda que el sector no tiene riesgo de venta forzada, "la inversión del sector no tiene carácter especulador sino que es garantista en el largo plazo. El enfoque actual de Solvencia II genera a las compañías una carga de capital excesiva que puede desincentivar la inversión por parte del sector". Según explica, se debe mejorar el tratamiento de activos a largo plazo, como las inversiones en infraestructuras, en acciones no cotizadas, en deuda sin rating o en participaciones. En concreto, para las acciones no cotizadas se recomienda una reducción en la carga de capital del 49% al 22%.

El mismo tratamiento para las acciones que para la deuda

Además, solicitan un nuevo marco para las titulizaciones, que se trabaje en la armonización y homogenización de los criterios para que puedan ser consideradas inversiones estandarizadas, simples y transparentes. También piden un mejor tratamiento de la renta variable teniendo en cuenta que las aseguradoras mantienen a muy largo plazo este tipo de activos. Piden para ella el mismo enfoque que se da a la renta fija, el activo predominante en la cartera de inversiones del sector asegurador, con un peso del 75,5% frente a un 43% de media europea.

Gran parte de ese porcentaje, el 53,63% es deuda pública. No es casual. Pedro del Pozo, responsable del Departamento de Economía y Finanzas de Unespa, da tres razones que explican el hecho de que entre 2011 y 2016 se haya triplicado la exposición al Estado español, una de ellas es precisamente el tratamiento bajo Solvencia II: no hay carga de capital por riesgo de spread o concentración. Y así pretende el seguro español que se mantenga, al menos en la fórmula estándar. Los otros dos motivos son la confianza en el Estado y la atractiva rentabilidad.

No obstante, los expertos abogan por un menor peso de la renta fija en las carteras de las aseguradoras. Recomiendan "fijarse en las inversiones que realizan las compañías en otros países y ver cómo se pueden adaptar al modelo de inversiones de las aseguradoras españolas y el efecto en la rentabilidad esperada por el sector".

El seguro español, además, se caracteriza por haber superado los niveles de estrés ante situaciones macroeconómicas adversas de bajos tipos de interés de manera prolongada, incluso en situación de caída pronunciada del valor de los activos. Pero el sector advierte de los cambios que va a suponer para las aseguradoras la metodología propuesta por Eiopa para obtener el UFR o tipo de interés futuro último. Los expertos consideran que "no es necesario hacer cambios apresurados en el UFR porque Solvencia II ya tiene un enfoque muy conservador y establece suficientes salvaguardas".

Sin prisa por cambiar el UFR

Estos expertos explican que el negocio asegurador es a largo plazo y existe el temor de que "el nuevo sistema de valoración no contemple de forma adecuada dicho horizonte temporal, impactando de forma perjudicial en la capacidad de las aseguradoras para invertir a largo plazo". Por tanto, otra recomendación es que la modificación del UFR no se haga de forma aislada sino en el contexto de la revisión del paquete de medidas a largo plazo prevista para 2021.

Otra de las peticiones del sector está relacionada con su contribución a la mitigación de los riesgos económicos, demográficos y tecnológicos. Para llevar a cabo esta labor las aseguradoras tienen que disponer de instrumentos de inversión adecuados acordes a sus necesidades, como es la de liquidar los siniestros con prontitud. La gama de productos debe ser flexible para poder dar cobertura a esos riesgos. Los expertos recuerdan que "la técnica de gestión de activos y pasivos (ALM) ofrece la perspectiva más amplia que necesitan las aseguradoras a la hora de invertir, permitiendo la gestión simultánea de múltiples riesgos".

Carlos Raúl Rami, director adjunto de Riesgos y Organismos Internacionales de Mapfre, recuerda que el seguro español logró que Solvencia II recogiera la regulación española desarrollada a partir de 1998 sobre gestión de activos y pasivos, pero advierte que no hay que bajar la guardia: "Se están acometiendo proyectos de solvencia a nivel global donde vamos a tener que poner encima de la mesa que el ALM existe y es una herramienta útil para potenciar el papel del sector como inversor institucional".