D&O no es un seguro para corruptos, sino para prudentes

"El seguro de D&O no es un seguro para corruptos, sino para prudentes". Así la ha explicado el experto procesalista, Javier Wesolowski durante su participación en un webinar sobre las renovaciones en D&O y gastos de defensa jurídica organizado por el CAI. El abogado explicó que la cobertura de gastos de defensa es fundamental porque en muchas ocasiones los administradores tienen que hacer frente a largos y complejos procedimientos que, aunque finalizan sin condena para ellos, les provocan importantes gastos. Lo fundamental a la hora de valorar la razonabilidad de estos gastos es atender a criterios de mercado.

En este sentido, el también abogado Pablo Wesolowski se centró en derecho de libre designación de abogado recogido en la póliza. Un presidente de una entidad bancaria o de una gran empresa siempre va a encomendar la defensa de su libertad, de su patrimonio y de su reputación a un despacho de prestigio, cuyos honorarios, por lo general, suelen ser elevados. Esto hace que las aseguradoras tengan la sensación de que los despachos designados "disparan con pólvora del rey" pues, al saber que los honorarios son de cuenta de la aseguradora no reparan en horas a precios desorbitados: "como si hubiera barra libre de gastos de defensa".

Actitud extremadamente cauta

Por su parte, Erlantx Urbierta, responsable de Líneas Financieras de AON, presentó el estado del ramo. El seguro de D&O ha pasado de ser uno de los ramos más rentables del seguro a uno de los más deficitarios a nivel global. En España no solo se arrastran aún consecuencias de la crisis financiera de 2008 sino que también han surgido reclamaciones muy importantes en el ámbito de los problemas financieros de las antiguas cajas de ahorro, demandas importantes relativas a corrupción de empresas y entidades públicas que, unido a la amplia cobertura de fianzas de nuestro mercado, dispararon la siniestralidad. El Covid 19 ha profundizado en la perspectiva problemas económicos de las empresas y los aseguradores de D&O temen que la siniestralidad repunte tras la pandemia y las ayudas estatales por lo que hay una actitud extremadamente cauta en la suscripción de estos riesgos.

En este contexto las aseguradoras de D&O han reaccionado reduciendo mucho la capacidad ofertada por cada riesgo, cambiando sus modelos de tarificación adaptados a las nuevas circunstancias con lo que las antiguas primas han dejado de ser una referencia en las renovaciones viéndose subidas enormes de primas y limitando las coberturas, incluso en el sector público se están viendo ya concursos que quedan desiertos.