El Senado ha aprobado definitivamente la proposición de ley para modificar el Código Penal, que implica el endurecimiento de las penas por imprudencias al volante. Las novedades más llamativas son la inclusión de del exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol como agravantes. Y muy especialmente que la penalización de las lesiones causadas por esas conductas. También se sanciona el abandono del lugar del accidente, una de las principales peticiones de las asociaciones de víctimas. La reforma que aprobada al no haberse registrado ninguna enmienda y no tener que regresar al Congreso.

Entre los cambios más destacados están las imprudencias graves vinculadas a las infracciones muy graves de la ley de Tráfico. Se contempla el delito independiente de omisión de socorro el abandono del lugar después de un accidente, que pasa a ser un delito autónomo siempre que haya personas fallecidas o heridas. Las penas oscilarán entre 3-6 meses de prisión si el accidente es fortuito y 2-4 años si es resultado de una imprudencia. Por otro lado, se amplían las penas hasta 6 y 9 años de cárcel.

La imprudencia grave se considerará en los supuestos de exceso de velocidad, conducción bajo la influencia del alcohol y bajo influencia de drogas, agravándose así la pena. Esos tres supuestos se considerarán en todos los casos como imprudencia grave, según el texto.