Los sistemas de protección también tienen que diseñarse para proteger contra inundaciones

Ante catástrofes naturales como tormentas, nevadas o terremotos es urgente sensibilizar sobre la necesidad de una intervención rápida en la puesta a punto de los sistemas de PCI, o/y sustitución de los equipos dañados. Es la forma de evitar daños que impidan reabrir la empresa con seguridad para los empleados, los bienes y la propia actividad. Tecnifuego ha abordado esas cuestiones en la jornada 'Las catástrofes naturales y su incidencia y daños posibles en las instalaciones de protección contra incendios (PCI)', teniendo en cuenta especialmente la reciente nevada Filomena y su repercusión.

Para Alfonso Manrique, subdirector de Tasaciones Consorcio de Compensación de Seguros, "la prevención consiste en disminuir la vulnerabilidad.  Gran parte de las instalaciones de una empresa, incluido los sistemas PCI, están en sótanos, fosos, etc., es decir bajo rasante. Son por lo tanto muy vulnerables frente a inundaciones". Sobre los sistemas de protección contra inundaciones apunto que "hay que diseñar los sistemas PCI tanto para proteger contra incendios, como para que estén protegidos contra inundaciones… Diseñar las puertas cortafuegos, también como corta-inundaciones, de modo que aislemos las zonas inundadas y no se extienda a toda la planta. Por ello es esencial situarlos en una cota más elevada".

El vicepresidente de Tecnifuego, Antonio Tortosa, recordó los objetivos de la asociación de sensibilización y divulgación de las medidas de seguridad y su mantenimiento por empresas especializadas. "Esto ha quedado patente este mes de enero pasado, tras el paso de la borrasca Filomena por España que impactó fuertemente en las empresas", dijo, y recordó que muchas industrias se vieron afectadas sus instalaciones de protección contra incendios, tanto de detección, como de extinción. "Por ello –explicó-, es muy importante antes de reanudar las actividades que el personal especializado en el mantenimiento las revise y solvente los daños para que el sistema esté operativo al cien por cien una vez se reinicia la actividad. En resumen, las empresas afectadas deben: revisar y comprobar los sistemas de PCI, e informar a su empresa mantenedora para esta revisión y sustitución de los equipos dañados, realizando una puesta en marcha de inicio de actividad para comprobar que el equipo funciona. Las instalaciones de PCI y sus mantenimientos deben ser encargados a los especialistas habilitados, según el RIPCI, Reglamento de instalaciones de protección contra incendios".