La situación financiera del sistema de pensiones empeora y rompe la tendencia de años previos

Para los expertos de Willis Towers Watson, los datos muestran un rápido empeoramiento del déficit contributivo de la Seguridad Social en el segundo trimestre y un IRP adelantado para 2021 del -1,72% (frente al -1,65% del ejercicio anterior). Supone también una peor situación financiera del sistema de pensiones, rompiendo la tendencia de los 2 años previos. Ese déficit anual contributivo, explican, "ha aumentado rápidamente en el segundo trimestre de 2020 debido a los menores ingresos por cotizaciones a causa de la crisis Covid-19, situándose en 26.650 millones de euros, equivalentes al 2,10% del PIB, frente al déficit anual del 1,71% del PIB del trimestre anterior y al 1,66% del PIB de hace un año".

Además, el análisis del Observatorio de Pensiones de WTW prevé que debido a la persistencia de la crisis sanitaria en los próximos trimestres se registre un fuerte incremento del déficit contributivo sobre el PIB de la Seguridad Social por 3 motivos: la caída de la actividad, la extensión de las exenciones de cotizaciones y el aumento de los gastos contributivos en incapacidad laboral transitoria por los efectos de la crisis sanitaria.

Entre las conclusiones del informe, WTW indica que el déficit contributivo anual se situaría en su nivel máximo histórico tanto en términos absolutos, en el entorno de los 30.000 millones de euros, como en términos de PIB. Esto "exigirá, además de transferencias del Estado, nuevas operaciones financieras (préstamos con cargo a endeudamiento) y, posiblemente, recortes de pensiones, algo descartado por el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones".

Gregorio Gil de Rozas, director del área de Retirement de Willis Towers Watson, valora que "existe una gran disparidad entre el saldo por operaciones no financieras y el saldo contributivo y creemos que los ciudadanos deben recibir una información transparente y veraz sobre la situación real de la Seguridad Social. Somos conscientes de que la Covid-19 va a llevarnos a un déficit contributivo histórico (en torno a 30.000 millones de euros) y de que, si el Estado no hubiese realizado la transferencia de los 14.000 millones de euros, el IRP hubiese sido del -3,49%. Con todo ello, más que nunca, debemos ser rigurosos con las medidas a tomar para paliar el déficit estructural del sistema. El impacto de la pandemia es coyuntural y pasará, pero el déficit estructural del sistema seguirá aumentado y hay que tomar medidas impopulares en 2020".