La aplicación de la norma contable IAS 19 R a partir del 1 de enero para las sociedades cotizadas europeas supone sacar a la luz todas las obligaciones de pago a empleados cuando se jubilen, ya sean planes de pensiones, seguros de Vida, premios por jubilación, salarios diferidos, entre otras fórmulas. Las empresas tendrán que reflejar en sus cuentas ese pasivo o activo. La intensidad del impacto en el balance solo dependerá de las variables actuariales que se utilicen y de los sistemas de protección de los que las empresas se hayan dotado para atender esos pagos futuros, publica Cinco Días.