Solo el 40% de las aseguradoras arroja un resultado técnico positivo en Autos

El crecimiento del negocio de Autos se está desacelerando. El ramo crecía a finales del tercer trimestre a un ritmo del 2,3% frente al 3,4% de finales de 2017. Y esta ralentización se está produciendo en un entorno, en principio, positivo, en el que las matriculaciones están creciendo de forma importante. Pablo Jiménez, responsable de proyectos del Área de Investigación de ICEA, ha explicado en la jornada 'Evolución del automóvil y su impacto en el seguro: frecuencia, coste y calidad', algunos de los factores que están jugando en contra del crecimiento. 
 
En primer lugar, la prima media, con datos al cierre del segundo trimestre del año, ha frenado su avance, lo cual presiona a la baja el crecimiento. Pablo Jiménez destaca el hecho de que el alza de las matriculaciones las están liderando las empresas y alquiladoras, y sobre todo hace hincapié en el auge del renting, "que implica pólizas colectivas frente a las individuales, con lo que la recaudación de las aseguradoras es inferior, ya que estos seguros son ligeramente más baratos y con un nivel de cobertura en el segmento medio o alto".
 

Se han reducido las

aseguradoras con un ratio

combinado superior a 100

Respecto a los ratios de gestión del ramo, el de siniestralidad desciende desde 2017 respecto a la senda iniciada en 2011 y en 2018 se ha estabilizado en parte porque la frecuencia se ha mantenido estable. La evolución de la siniestralidad ha traído a su vez la estabilización del ratio combinado. El responsable de proyectos del Área de Investigación de ICEA ha destacado que al cierre del segundo trimestre se han reducido las compañías con un ratio combinado superior a 100.
 
Esa contención de la siniestralidad ha permitido un incremento del resultado técnico puro. Sin embargo, hay un dato significativo. El reparto no es ni mucho menos equitativo. "Hay un porcentaje de en torno al 60% de las compañías con un ratio de resultado técnico puro inferior o negativo, mientras que el 40% restante presenta valores positivos". En cuanto a los resultados financieros, los rendimientos están a la baja, con lo que también lo están los que obtienen las aseguradoras por este concepto. 
 
En este contexto de negocio, las aseguradoras se tienen que enfrentar a un panorama que se complica cada vez más debido a la brutal transformación que se está produciendo en el sector del automóvil: el vehículo se está tecnificando; su uso y la movilidad en general, están cambiando; su fabricación se está complicando, y su reparación también. 
 
La mayor preocupación, los daños materiales

Pablo Jiménez comenta que la mayor preocupación son los daños materiales debido a la complejidad y la transformación que están
experimentando los vehículos. "Las compañías tienen que enfrentarse a esta realidad. Los vehículos hay que repararlos, y no todo el mundo está preparado para hacerlo. Para las aseguradoras es un reto". Además, destaca que esta transformación redunda en un encarecimiento de las reparaciones
 
Carlos Arregui, director general de Centro Zaragoza, destaca también ese incremento del precio de las reparaciones. Por ejemplo, la reparación de un simple parabrisas, en el caso de contar con un sistema ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) va a exigir la recalibración del sistema, con el consiguiente incremento del coste.
 
En un futuro, con el avance de la conducción autónoma y las ayudas a la conducción, la reducción de la siniestralidad podría compensar ese incremento de los costes, según explica el responsable de proyectos del Área de Investigación de ICEA. De hecho, ya hay previsiones de reducción de la siniestralidad. Carlos Arregui recopila algunos datos. Por ejemplo, sistemas ADAS como el AEB (Autonomous Emergency Braking) reducirán un 38% los alcances en zonas urbanas, un 2% los fallecidos por alcance, un 53% los fallecidos en caso de atropello y un 30% los heridos. 
 
Pero no todo lo que se avecina con estos avances es tan positivo como lo que muestran estas cifras. El director general de Centro Zaragoza hace una reflexión final: "Silicon Valley ha entrado en el automóvil. Apple, Google… están fichando a los mejores ingenieros para hacer sus vehículos, y llevan una velocidad de crucero. Pero hacer un automóvil es muy complicado y habrá problemas, lo que significa que habrá riesgos. Y los riesgos no gustan en exceso", en referencia al sector asegurador. 
 
En 2019 las ventas de coches podrían caer 
 
Juan Ramón García, economista sénior de BBVA Research, se ha encargado de contextualizar la situación del seguro de Autos en el actual y futuro entorno económico. El gasto real en automóviles ha aumentado un 60% desde 2013 (mínimo de la crisis), aunque todavía se sitúa un 27% por debajo del máximo precrisis (2007). La recuperación del mercado se mantiene en 2018, con 122.000 matriculaciones de turismos al mes durante el primer semestre. Pero alerta de una anomalía.
 
A partir de julio se observó un aumento de ventas inusual por la entrada en vigor en septiembre del nuevo protocolo de emisiones, el WLPT (Worldwide Harmonized Light Vehicle Test Procedure). Esta regulación adelantó la demanda. En concreto, el WLTP habría adelantado entre 20.000 y 30.000 ventas adicionales de meses posteriores. También destaca que este aumento no se ha traducido ni en un incremento de los precios, "lo que sugiere que hay una gran competencia en el mercado español de la distribución de vehículos", ni en un rejuvenecimiento del parqué: hay 15,2 millones de turismos con 10 o más años de antigüedad, el 63% del total".
 
Este experto destaca que las cifras hasta septiembre anticipan un crecimiento de las ventas en 2018 de entorno al 10%. Pero en 2019 las cosas no están tan claras: "La incertidumbre es anormalmente elevada porque no sabemos cuántas matriculaciones de 2019 se han trasladado a 2018 por el WLTP. La previsión es que deberían descender ligeramente, alrededor de un 2%, pero no descartamos un mercado al alza si no se ha trasladado demasiada demanda de 2018 a 2019".