Solvencia II implicará aumentos de precios y la desaparición de algunos productos

Por primera vez varios ponentes coinciden de forma clara en resumir que entre los cambios que Solvencia II traerá consigo aparecen el encarecimiento de determinados seguros y la desaparición de algunos productos existentes hoy en el mercado. En las XXII Jornadas Internacionales de Mapfre Global Risks celebradas en esta edición en Toledo, Maximilan Templer, consejero delegado de Seguros Corporativos de Volkswagen, expuso la visión como compañía industrial y como cautiva y se centró en cómo les afecta Solvencia II, el contexto de integración de los mercados, etc. Mostró su preocupación por el hecho de que muchas aseguradoras no van a querer asumir algunos riesgos al tener mayores cargas de capital, por lo que puede ser difícil colocar algunos programas de seguros y “en reuniones con algunas compañías, nos han transmitido que aumentarán las primas de seguros”.

Resumió cómo funcionan como cautiva y puso ejemplos de cómo pueden reducirse los gastos de una entidad de este tipo y concluyó que “Solvencia II les exigirá más requisitos de capital, un enfoque estándar más basado en el capital, mejoras de las operaciones para responder al nuevo sistema”.

La gestión del riesgo será la clave

Opinión similar sobre el entorno de Solvencia II expuso Felipe Gómez, director de Towers Watson, junto a algunas de sus ventajas y desventajas. El objetivo es medir el capital en función del verdadero riesgo y que el sector gire hacia una cultura más de riesgos; también insistió en que se trata de aumentar la seguridad de compañías y tomadores y cuestionó qué es Solvencia II: el objetivo es alinear la gestión del binomio valor/riesgo y el capital en un único (nuevo) marco regulatorio.

Gómez matizó que hasta la entrada en vigor de Solvencia II en enero de 2013 queda mucho trabajo pendiente y las compañías tienen que pensar en qué punto de la montaña quieren estar, qué pasos dar y cuándo y cómo ir hacia un sistema de gestión integrada de riesgos. Porque, de hecho, “los precios de los productos estarán basados en riesgo”. Otra consecuencia directa en el seno de las entidades será que “bajo Solvencia II la volatilidad a corto tendrá un mayor impacto en la estrategia de las inversiones”, y lo más importante será comunicarlo y cómo. “La necesidad de mantener múltiples métricas permanece” y las entidades “necesitarán demostrar que las exposiciones a riesgos son gestionables y consecuentes con la estrategia de negocio”, además de que “el apetito de riesgo no se captura con una sola medida”. En España "seguro" que habrá una reducción de entidades y en ello influye la reorganización del sector de las cajas de ahorro.

Doris Höpke, presidenta de Munich Re España, habló de la importancia para la reaseguradora, desde cuyo punto de vista la gestión del riesgo también será fundamental. Consiste en evaluar todas las posibles fuentes de riesgos en función de unos objetivos que se pueden definir de forma cualitativa y partiendo de aspectos cuantitativos; se amplían las exigencias y de ello se verán beneficiados los clientes.

También se mostró crítica: “Por desgracia las buenas ideas no se llevan bien de forma automática, y ello en el entorno de la crisis. Ha habido incertidumbres por la complejidad de las reglas”. Considera que “Solvencia II al formar parte de una ley moderna tendrá numerosos efectos y consecuencias en función de las categorías de riesgos que incluye. Además, influye la gerencia de riesgos”. Añade que el capital disponible será más alto de lo que se espera y también tendrá efecto en la gama de productos de los aseguradores; algunos dejarán de ser atractivos, “pero surgirán otros nuevos”.

Luigi Lubelli, subdirector general de Riesgos y Mercado de Capitales de Mapfre, aseveró que los requisitos de capital son exagerados y los compradores de seguros se enfrentan a precios más altos, algunos productos dejarán de ofrecerse y para determinados riesgos, incluso habrá que autoasegurarse. En la segunda parte de la sesión se habló sobre la implantación de programas internacionales en cuatro grandes empresas latinoamericanas: Belcorp (Perú), Sinergy (Colombia), Bimbo (México) y Vale (Brasil), con una mesa redonda moderada por Juan Carlos Nájera, subdirector general de Suscripción y Mercados de Mapfre Global Risks.

Transición en Crédito y Caución

Fernando Pérez-Serrabona, subdirector general de Mapfre Crédito y Caución, en su exposición dijo que los seguros de Crédito y de Caución son de “rabiosa actualidad”. Se vive una situación interesante por un largo de período de crisis económica que dura tres años y se ha extendido por muchísimos países, ha afectado a los derechos de cobro y a la viabilidad de muchas empresas. Recordó que el seguro de Crédito es un instrumento a disposición de las empresas y lo situó en su contexto en la crisis, donde un mismo riesgo podía darse en varios países a la vez. En el caso de España, el resumen es una fuerte reducción del crédito bancario y caída en los sectores de construcción y de obra pública “y en esas condiciones hemos tenido que trabajar como aseguradores de Crédito. Creo que este seguro ha sido un instrumento que ha ayudado muchísimo en la crisis”. La muestra es que “calculo que el impacto de la crisis en los aseguradores en Europa ha sido más alto que el terremoto de Chile”.

Pérez-Serrabona valoró que el seguro de Crédito ha pasado con nota alta; entre otras cosas por las medidas adoptadas y especialmente por el reaseguro, que ha permitido transferir una parte del riesgo debido ya que al encontrarse muchos reaseguradores fuera de España, eso ha permitido sacar el riesgo fuera de nuestra economía.

Pese a que califica sin duda como “negativa” la situación, subrayó que se pueden encontrar algo positivo: “Esta crisis ha supuesto un aumento de la internacionalización de las empresas españolas”, entre otros motivos por verse inmersas en un contexto de reducción del gasto público y por tanto de las inversiones y también del crédito para las empresas.

Sobre la evolución de la siniestralidad, explicó que en la parte más aguda de la crisis las cifras se dispararon y ha cambiado relativamente la tendencia desde 2010, pero a un ritmo aún muy lento. Un dato que lo corrobora es que se ha llegado a 1.803 concursos de acreedores en este primer trimestre del año, peor que en lo peor de la crisis “y creemos que se debe mucho al menor gasto público y restricción del crédito bancario. ¿Qué va a pasar? Todos los indicadores hacen pensar que nada positivo”.

El ejecutivo resumió cuáles son las líneas de actuación de los seguros de Crédito: análisis y evaluación de las carteras de riesgo; aseguramiento de los cobros; y recuperación de los impagados. También detalló los tipos de productos, seguros de Crédito doméstico y seguros de Crédito a la Exportación, y los riesgos concretos que cubre, desde las tradicionales a las más específicas. Y “se puede cubrir ya un único deudor, un único riesgo; de forma aislada”, e insistió en que Mapfre Crédito y Caución tiene uno de esos productos.

Por otra parte, apuntó como ejemplo que en Caución se ha reducido a un tercio la actividad de la compañía. Sobre este seguro explicó que tiene por objeto indemnizar al asegurado en caso de incumplimiento de contrato de la otra parte. Normalmente la garantía cubre la licitación, ejecución, pago anticipado, acopio, etc., y también se aseguran alternativas. Y habló de sus ventajas para las compañías, entre ellas la que ofrece frente a los avales bancarios. El reaseguro, además, permite contar con mucha más capacidad para asegurar.

“La consideración técnica de Caución como 'seguro de daños' permite hacer frente a posibles abusos e incautaciones indebidas”, aseveró entre sus beneficios. Recordó que en la crisis inmobiliaria ha mostrado la importancia y el papel del seguro para la sociedad. Pero “no sabemos hasta dónde nos puede llevar esta situación. Son momentos de incertidumbre”.