La retirada de detectores iónicos debe hacerse de forma controlada

Tecnifuego recuerda que la retirada de detectores iónicos para ser sustituidos por una tecnología más actual debe realizarse de forma controlada ya que tienen componentes radioactivos.

Estos detectores, cuando permanecen como elementos activos, no suponen ningún riesgo para la salud pública, ya que su encapsulado ofrece una total garantía de contención de las radiaciones ionizantes que pudieran emitir, tal y como queda reflejado en el certificado de homologación que posee cada modelo de detector, señalan desde Tecnifuego. El problema surge cuando, debido a obras de remodelación o derribo, estos detectores son extraídos de la instalación y depositados en almacenes sin control en los que no se garantice su integridad, y en los que no se impida que puedan ser manipulados de forma maliciosa. Estos detectores, una vez fuera de la instalación, pierden su homologación y tal y como indica su etiquetado, deben ser devueltos de forma inmediata al fabricante o gestionados por empresas autorizadas.

Según los datos de expertos, los detectores iónicos recogidos entre 2007 hasta 2018 alcanzan las 366.152 unidades. Sin embargo, los detectores iónicos instalados solo entre 1995 a 2005 se estiman en al menos  2,82 millones  de unidades aproximadamente (en esta contabilidad, falta añadir los detectores iónicos anteriores a 1994, y los posteriores, desde 2005 a 2012).Estos datos indican la baja tasa de gestión de reciclaje que se está produciendo actualmente de detectores iónicos, siendo lo más preocupante que la cifra anual no se está incrementando sino decrementando.