Unánime apoyo a la Constitución en la entrega del Premio Pelayo a Antonio Hernández-Gil

Antonio Hernández-Gil, catedrático de Derecho Civil y abogado en ejercicio, ha sido galardonado con el XXIII Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio por "su larga y fructífera trayectoria en el ámbito jurídico y su gran contribución a la sociedad española" en un acto celebrado anoche en el Casino de Madrid. Hernández-Gil recibió el galardón de manos de Carlos Lesmes, presidente del CGPJ, para quien "la elección del premiado consolida aún más esta iniciativa". Lesmes destacó su fructífera trayectoria y la gran contribución a la sociedad española tanto desde el ámbito universitario como en su vida como abogado. "La excelencia ha marcado su trayectoria profesional", añadió el presidente del CGPJ.

José Boada, presidente de Pelayo, en su intervención quiso en primer lugar agradecer públicamente al Rey Felipe VI que aceptase un año más la Presidencia de Honor del premio. El Premio Pelayo, explicó Boada, "pretende reconocer la labor profesional y la trayectoria de aquel profesional del derecho que haya contribuido de manera sobresaliente a impulsar los valores jurídicos de nuestro Estado de Derecho, de nuestra sociedad democrática a través del estudio, la investigación, la docencia, la magistratura, la práctica de la profesión o la intervención en la vida pública y social contribuyendo con ello al desarrollo de nuestra sociedad, de nuestras empresas e instituciones, así como a la mejora de la convivencia de las personas que conforman nuestra comunidad".

Con este premio, añadió, "queremos destacar el ejemplo que nos transmiten los galardonados a través de su esfuerzo, dedicación y constancia, su visión, generosidad y entrega a un ideal que trasciende su propia obra y deja una marcada huella en la conciencia colectiva de nuestra generación y de las venideras".  

Crisis de Cataluña

En una alusión a la crisis que se está viviendo en los últimos tiempos en Cataluña, el presidente de Pelayo reflexionó sobre el mundo complejo y cambiante en el que vivimos donde "el derecho proporciona el marco de seguridad donde pueden equilibrarse intereses individuales incluso contrapuestos conformando el desarrollo de una convivencia fructífera", subrayó, y fue contundente a la hora de afirmar que frente al intento de quiebra de nuestro Estado de Derecho "con inciertas y falsas promesas de una Arcadia feliz, no podemos permitir derivas antidemocráticas". José Boada añadió que "al apoyar con este premio los valores del derecho apoyamos los principios que emanan de nuestra Constitución, y estamos convencidos que dentro de ella, con los ajustes que sean precisos, caben todas las sensibilidades e intereses de las distintas nacionalidades o grupos sociales".

De Antonio Hernández-Gil, Boada destacó su valía, su talla jurídica, su agudeza de pensamiento y su polifacética cultura. "Antonio representa los valores de excelencia profesional a los que aspiramos en nuestra empresa", dijo.  

Antonio Hernández-Gil durante su discurso también quiso reconocer en primer lugar su respeto y lealtad al Rey Felipe VI y agradecer a quienes, en estos días especialmente complicados, han podido estar presentes en el acto como el ministro de Justicia o el presidente del Tribunal Supremo.

Hernández-Gil tuvo también un recuerdo a su padre, destacado jurista que fuera presidente de las Cortes Constituyentes, del Tribunal Supremo y del CGPJ  "al que tengo que agradecer haber llegado hasta aquí" para, a continuación, hacer un balance de lo que ha sido, es y será para él el derecho. "El derecho es más que normas". "El derecho no es un mundo cerrado, escrito en un lenguaje abstracto y apartado de lo moral y de los valores, sino un producto cultural impregnado por la moral y los valores, y tendido a aquélla y a éstos para integrar su contenido regulador".

Apeló también a los derechos humanos, recordó su experiencia como abogado como la que más le ha servido para tener una visión integradora y no reduccionista del derecho y se detuvo a poner en valor nuestra Constitución. Reconoció que hay quien no se identifica con ella "pero mientras buscamos desde la pluralidad un consenso idóneo para reformar nuestra carta magna, el ordenamiento jurídico que preside tiene que observarse y hacerse observar".