Velocidad, móvil y cinturón, principales infracciones de padres delante de sus hijos

Se refuerza una vez más que el mejor aprendizaje en educación vial comienza en la misma familia. Así lo creen en su mayoría tanto profesores (44%) como los propios progenitores (60%), según el I Barómetro sobre la educación vial que ha elaborado la Fundación Mapfre. No obstante los docentes consideran que los progenitores no refuerzan en casa de manera suficiente estos conceptos, y mucho menos lo aplican en sus vidas: Para los profesores el 56,3% no cumple con estas normas, el 20% sí educa a sus hijos pero no pone las normas en práctica; el 18,4% educa y también cumple la normativa.

Las opiniones de los profesores se completan con la de los propios progenitores. El 65% de ellos asegura que siempre cumple las normas de educación vial, aunque un 34% señala que aunque las cumple, en ocasiones tiene excusa para no hacerlo. Un dato que a Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de la fundación, le parece “insuficiente”, y quiso hacer una “llamada a la responsabilidad” de los mayores durante la presentación del informe porque “los padres son los mejores aliados y porque los niños no entienden de excepciones”, aseguró.

Preguntado sobre cuáles son esas normas que los padres incumplen en presencia de sus hijos indicó que son aquellas que precisamente tienen que ver de manera más directa con las muertes en la carretera: Superar los límites de velocidad, utilizar el teléfono móvil y no abrocharse el cinturón de seguridad.

Más educación en las aulas

El barómetro también revela que 1 de cada 3 centros, el 32%, no tiene un programa específico en seguridad vial. Cuando sí lo tienen es la policía el principal aliado para impartir la formación a los alumnos, seguido de las fundaciones. Otro dato “muy preocupante”, aseguró Monclús es que sólo el 19% del profesorado ha participado en actividades de formaciones en esta materia, aunque aseguran que son capaces de encontrar formación y recursos.

Se ha preguntado también sobre si debería forma parte la educación vial del currículo. Los padres abogan más porque sí lo sea (36% frente al 25% de los profesores) y en ambos casos el 30% señala que debería estar regulado por el Ministerio de Educación. Aun así, otro 30% afirma que no es necesario. Preguntado Monclús sobre la opinión de la fundación señaló que todos los avances en formación son buenos, pero la “duda es si es la manera más rápida” y puntualizó que la fundación está ahora por la labor de aportar herramientas para la mejora.

Por último, el barómetro cuestiona sobre cuál sería la campaña más efectiva de seguridad vial. Lejos de apostar por multas y sanciones, señalan que la unión de testimonios de víctimas y sesiones educativas sería la mejor forma.