Un total de 220 personas han perdido la vida en las carreteras españolas en los pasados meses de julio y agosto. Son 40 menos que hace un año, lo que representa un descenso del 15%. Junto con 2014, es el verano con menos fallecidos desde que se tienen registros.

Estas cifras de siniestralidad vial las ha presentado este jueves Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior en funciones, que ha estado acompañado de Pere Navarro, director general de Tráfico; Isabel Goicoechea, subsecretaria del Ministerio del Interior; y Bartolomé Vargas, fiscal coordinador de Seguridad Vial.

Desglosando por meses, en julio fallecieron 119 personas en vías interurbanas (-10 respecto a 2018) en 106 accidentes mortales. Si bien, en ese mes se vivió uno de los fines de semana más trágicos en lo que va de año. En concreto, el del 20 y 21 de julio, cuando murieron 19 personas (13 de ellas el domingo). Por su parte, en agosto se registraron 101 víctimas (-30) en 97 accidentes mortales.

A pesar de producirse menos fallecimientos, han aumentado los muertos de usuarios de moto, situándose en 67 (7 más que el año anterior), y de bicicleta, 11 fallecidos (3 más). Por el contrario, en los peatones se ha reducido a la mitad, la haber 13 víctimas mortales frente a las 26 de 2018.

Las víctimas mortales han descendido en todas las franjas de edad con respecto a 2018, a excepción de los menores de 15 años y del grupo de entre 45 y 54 años.

En este verano también se ha producido un descenso de los heridos hospitalizados, contabilizándose 850, un 10% menos.