VeriPol, nuevo aliado del seguro en la lucha contra el fraude

El sector asegurador español está de enhorabuena. Y es que la Policía Nacional acaba de implantar una herramienta informática capaz de detectar denuncias falsas. Se llama VeriPol, es la primera aplicación de estas características que existe en el mundo y la ha desarrollado un equipo formado por investigadores universitarios, de los cuales la mayoría son españoles y, además, algunos son policías. Es el caso de Miguel Camacho, ahora jefe de servicio de la Oficina Nacional de lucha contra los delitos de odio de la Secretaría de Estado de Seguridad, que también es doctor en Matemáticas y una de las personas que ha ideado este proyecto.

De momento, sólo está disponible

para denuncias por hurto o robo

con violencia e intimidación

En términos generales, esta herramienta lo que hace es analizar la denuncia (en formado PDF) y, utilizando una serie de algoritmos, calcula automáticamente la probabilidad que existe de que sea falsa. "Es una herramienta de apoyo a la investigación porque la decisión final la tiene el policía", precisa Miguel Camacho durante su intervención en la última jornada que ha organizado ICEA para abordar el fraude en el seguro. Es un primer paso pero, de momento, sólo está disponible para denuncias por hurto o robo con violencia e intimidación. "Actualmente, VeriPol sólo sirve para robos que han sucedido en la calle. Pero se prevé extender su uso", subraya Federico Liberatore, profesor de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad Complutense de Madrid que también ha formado parte de este proyecto. 

Tras un periodo de prueba, VeriPol ya está operativa en todas las comisarías de España. "Desde hace unas 3 semanas, todos los agentes tienen acceso. La implementación ha sido paulatina. Al principio era como una caja negra que se instalaba al ordenador pero suponía un trabajo extra, así que, finalmente se ha habilitado una pestaña en la base de datos que se emplea para estas denuncias", detalla Miguel Camacho. A día de hoy, sólo analiza documentos en español y, como se ha reseñado anteriormente, únicamente la Policía Nacional puede disfrutar de sus ventajas. "Sería fácilmente extrapolable a otros idiomas y, por tanto, a las policías autonómicas", afirma Liberatore. Y no se descarta cruzar la frontera. "Internacionalmente hemos tenido una gran aceptación", reconoce Miguel Camacho. 

El proyecto arrancó hace 4 años

Tiene un índice de acierto

superior al 90% 

La investigación echó a andar en 2014 y, desde entonces, fue superando distintas fases hasta llegar a la etapa actual. La primera fue en 2015, cuando el equipo de investigadores analizó alrededor de 600 denuncias falsas y 500 verdaderas para identificar patrones que suelen repetirse en cada una de ellas. Todas fueron calificadas previamente por un agente experto de la Policía Nacional. "Para extraer variables, todas las denuncias se analizaron usando técnicas de procesamiento del lenguaje natural. Después, se empleó un modelo probabilístico y, finalmente, hicimos un análisis utilizando algoritmos de inteligencia artificial", explica Liberatore. 

El último paso, antes de su implementación definitiva, fue probarlo en comisarías de Málaga y Murcia. Y fue un éxito. De hecho, llegó a perfeccionarse tanto que se ha convertido en una herramienta casi infalible ya que tiene un índice de acierto superior al 90%.

Variables encontradas en las denuncias falsas

Después de analizar las 1.100 denuncias, los investigadores hallaron una serie de coincidencias en gran parte de las denuncias declaradas como falsas, que se engloban en 3 ámbitos:

- Modus operandi. La víctima suele denunciar el robo de un móvil caro y, en una gran número de casos, afirma que fue atacada por la espalda por una persona que llevaba puesto un casco de moto.

- Morfosintaxis. El denunciante suele emplear frases cortas que carecen de información, utiliza muchos sustantivos y hay una alta incidencia de negaciones.

- Detalles. La presunta víctima proporciona información vacía, describe al agresor diciendo que llevaba ropa oscura y casco, asegura que no puede reconocerle de ninguna manera, que no había testigos, y habla de reclamar al seguro o de la marca de su teléfono móvil.

Aunque se pueda pensar en lo contrario, el perfil de la persona que intenta defraudar con una denuncia falsa es el de un ciudadano sin antecedentes, con poder adquisitivo medio/alto y con una motivación exclusivamente económica. La herramienta no analiza ni el nombre de los denunciantes ni su nacionalidad. "No se quería que hubiera prejuicios", enfatiza Liberatore.

Análisis de conducta

Además de la policía, el seguro cuenta con otros colaboradores de excepción, como los expertos en análisis de conducta. Uno de ellos es Rafael López, presidente de la Fundación Universitaria Behavior & Law, que también ha participado en la jornada de ICEA.

En su opinión, "el análisis sistemático de la conducta es una pieza clave en la detección, gestión y prevención del fraude". En este sentido, recomienda a quien se enfrente a un posible siniestro fraudulento que, en primer lugar, verifique la coherencia del relato contrastando todos los datos ofrecidos por el defraudador y luego analice la verosimilitud de la historia (apariencia de ser verdadera) y la veracidad (que el mensaje tenga congruencia). En cualquier caso, anima a incitar al asegurado a hablar: "Sobre todo en el momento de la apertura del siniestro. Si una persona habla mucho, lo más probable es que se acabe equivocando".