Willis Towers Watson analiza la cara y cruz de retrasar la jubilación

Retrasar la edad de jubilación es una de las propuestas que el Gobierno presentará al Pacto de Toledo para avanzar en la sostenibilidad del sistema de pensiones, considerándolo una medida para contener el gasto y aumentar los ingresos.

Rafael Villanueva, Manager de Retirement de Willis Towers Watson en España, analiza la cara y cruz de esa propuesta que resume en 4 puntos:

Para el trabajador optar por retrasar la jubilación de forma voluntaria está bonificado con incremento de la pensión entre el 2% y el 4% en la base reguladora por cada año completo cotizado desde la fecha en que se cumplió la edad ordinaria de jubilación vigente en cada momento hasta la fecha del hecho causante de la pensión.

Además, continuar trabajando y cotizando más allá de la edad ordinaria puede permitir a muchos trabajadores incrementar su periodo total de cotización y, por tanto, aumentar la cuantía de la pensión sin perjuicio de la aplicación de la mencionada bonificación.

Por otro lado, para el sistema público de pensiones los retrasos en la jubilación de los trabajadores permite que éstos sigan contribuyendo.

Sin embargo, la cruz de eta propuesta la encontramos en el hecho de que en España apenas hay medidas para incentivar que los trabajadores retrasen su edad de jubilación y se limitan fundamentalmente a la mencionada bonificación sobre la base reguladora.

Compatibilizar pensión y trabajo

Rafael Villanueva considera que para que el retraso de la jubilación cumpla sus objetivos se debería trabajar en dos líneas: por un lado, corregir las distorsiones que existen en las bonificaciones aplicadas a la demora de la jubilación. Son escasas y no resultan en una verdadera equidad entre contribuciones y prestaciones en ese periodo adicional de cotización. Sería necesario que el sistema indujera verdaderamente a prolongar la vida laboral a través de bonificaciones equitativas y transparentes para el trabajador.

Por otro lado, es necesario avanzar y flexibilizar las fórmulas que permiten compatibilizar pensión y trabajo. La relativamente reciente modalidad de jubilación activa vino a satisfacer una reivindicación histórica de muchos colectivos, si bien es una opción no accesible a todos, pues requiere haberse jubilado a edad ordinaria, lo que excluye a quienes lo han hecho de forma anticipada, y acreditar haber alcanzado el 100% de la base reguladora, lo que requiere haber cotizado al menos 36 años según la ley transitoria exige en 2020.