La pandemia ha trastocado muchas cosas en la gestión del día a día de las empresas de seguros. Una de ellas han sido las relaciones personales y los viajes de empresa, principalmente en las multinacionales. La experiencia desde marzo de 2020 con el confinamiento más severo ha hecho a la aseguradora Zurich replantearse sus reuniones internacionales.

No únicamente como consecuencia del Covid, sino más bien relacionado con dar un paso más en la política ESG de la compañía. En un reciente encuentro de seguros, el máximo responsable de la compañía en España, Vicente Cancio, señaló que "el año que viene, cuando el mundo sea normal, vamos a viajar menos". Apuntó el directivo que la reducción en los desplazamientos dentro del grupo será de por lo menos el 70%, puesto que "hemos demostrado que se puede hacer todo, y todo es absolutamente todo, sin necesidad de desplazarte y de consumir queroseno y gasolina". Esto no significa que desestime los encuentros presenciales, "pero cuando sean importante, no para reuniones internas".

Subrayó también que la aseguradora irá dando pasos hacia políticas más sostenibles y señaló que "poco a poco" incorporarán "pequeñas cosas" como que la flota de empresa sea híbrida y eléctrica en pocos años. Indicó que el grupo cuenta con 5.000 millones de euros en bonos verdes y en España han invertido 500 millones en iniciativas sociales y medioambientales.

Inversores y activistas

Añadió Cancio que como sector hay que acompañar a la sociedad en esta transformación hacia políticas más sostenibles y reflejó que los dos aspectos donde el sector puede ser más incisivo es en su faceta de inversores y portavoces. "Somos instituciones muy respetadas que tenemos responsabilidades de ser portavoces activos y claros, activistas que contamos con más información y no podemos esperar solo a que los gobiernos actúen", dijo.

Incidió en el hecho de que el primer paso es cultural y resaltó que el seguro es una llave para facilitar esta transformación y aportar la ayuda necesaria para la transformación del transporte, la movilidad, la energía, el calentamiento, la propia sociedad y la economía.

Destacó que según la situación actual "no hay muchos motivos para ser optimistas" en el campo medioambiental. Aludió a la dificultad de enfriar el planeta porque supondrá "un esfuerzo financiero monumental del que todavía no nos hemos dado cuenta".

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