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El juicio de Gijón contra las prácticas en la venta de seguros del Banco Popular y el Banco Sabadell que ayer contábamos en Carta del Mediador ha quedado interrumpido por el plazo de un mes. El juez, después de escuchar a las partes, ha interrumpido el procedimiento para analizar si el Colegio de Mediadores de Asturias, encargado de presentar la demanda, está legitimado para presentar este tipo de demandas.

El presidente del colegio asturiano, Reinerio Sarasúa, no se muestra muy optimista con que el juez les autorice: "No me atrevería a dar un porcentaje de éxito. Si quisiera ser racional el porcentaje es bajo de que nos legitimen". Cree que las consecuencias de ello serían elevadísimas porque sentaría "un procedimiento muy gordo, un precedente importante no sólo por nosotros, sino también por el resto de colegios".

Seguir con el tema caliente

Siga adelante o no, Sarasúa menciona que sea cual sea el veredicto les permite seguir con el caso y apelar a tribunales más elevados. Afirma que "si nos da la razón evidentemente seguiremos con todo lo que tenemos preparado con nuestras baterías de pruebas y si no la da podemos apelar" a tribunales mayores y "nos posibilita seguir con el tema caliente, nos deja repetir el mensaje de que la banca comete irregularidades en la gestión de la contratación de los seguros".

El presidente salió del tribunal pensando que "el juez tiene ganas, quiere verlo; pensamos que quiere entrar de verdad en si tenemos o no legitimación" y cree que buscará todo lo posible para justificar su decisión y que en casos posteriores la Audiencia no le tumbe su decisión: "Se lo va a pensar muy en serio. Tenemos que encontrar a alguien que nos escuche y paralice las malas prácticas que perjudican al consumidor".

Los abogados del colegio señalan que lo sucedido hasta ahora es un gran paso, "pequeñito pero muy bueno" porque hace al juez que justifique su decisión.

La banca, seria

Al juzgado de Gijón acudieron los abogados con "todo el desembarco", ironiza el presidente. Indica que están consiguiendo el "efecto que queremos, que se lo tomen muy en serio porque el tema va muy en serio". Señala que es una cuestión clave para la mediación en general porque "no juegan con las normas marcadas" y también con el cliente y consumidor "porque son los que pagan las consecuencias".