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El primer estudio Bienvejecer, elaborado por Alpha Research y Burson para Asisa a partir de encuestas a 2.000 personas de entre 30 y 50 años, revela una marcada distancia entre la presión social por la imagen y las auténticas prioridades personales a la hora de afrontar el paso del tiempo. Aunque el 87% de los ciudadanos percibe que la sociedad está muy centrada en los signos estéticos del envejecimiento, la inmensa mayoría sitúa por delante la salud y el bienestar: un 95% declara que su principal preocupación es mantenerse sano, y un 59% dedica sus esfuerzos diarios precisamente a este objetivo. Solo un 4% otorga más importancia a los tratamientos estéticos.

El informe sitúa la actitud mental como el pilar del "bienvejecer". Más de la mitad de los encuestados (57%) considera que una buena disposición emocional y cognitiva es decisiva para envejecer con salud. Esta percepción se intensifica entre las mujeres (61%) y las personas mayores de 40 años (60%), lo que apunta a que la madurez refuerza la idea de que el bienestar empieza en la mente.

Las inquietudes ante el envejecimiento varían según territorio y género. El deterioro cognitivo preocupa al 69% de los españoles, con especial intensidad en Castilla-La Mancha (78%) y Aragón (75%). Las cuestiones estéticas, con un promedio nacional del 15%, alcanzan su mayor nivel en Baleares (23%). Las mujeres se muestran más preocupadas por la vejez en general (76% frente al 66% de los hombres) y expresan mayor temor tanto a los problemas de salud (71% frente al 65%) como a la pérdida de autonomía (61% frente al 53%).

En conjunto, el estudio dibuja un panorama en el que, pese al "ruido" estético que domina el discurso social, los españoles identifican la combinación de una actitud positiva y el cuidado activo de la salud como la clave para un envejecimiento pleno.

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