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24 de agosto
12:07 2023
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Catástrofes naturales: las pérdidas mundiales aseguradas se disparan en el primer semestre de 2023

En el primer semestre de 2023, las pérdidas económicas globales por catástrofes naturales ascendieron a 120.000 millones de dólares, según las estimaciones de Swiss Re Institute. Significa 3.000 millones menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior pero un 46% por encima de la media de los últimos 10 años.

De este total, alrededor de 50.000 millones son pérdidas aseguradas, la segunda cifra más alta desde 2011 y un 54% más que el promedio de la última década. La causa principal de este repunte son las numerosas tormentas convectivas severas -tormentas asociadas a truenos, relámpagos, lluvias torrenciales, granizo, fuertes vientos y cambios bruscos de temperatura- que se han producido entre enero y junio de 2023, que han dejado unos 35.000 millones de dólares de pérdidas aseguradas en todo el mundo. Esto quiere decir que estas tormentas eléctricas generalizadas han provocado casi el 70% de todas las pérdidas asumidas por el seguro.

Y la mayoría de estas pérdidas mundiales aseguradas se concentran en EE.UU., donde una serie de fuertes tormentas provocó pérdidas aseguradas de 34.000 millones de dólares en el primer semestre de 2023, las mayores pérdidas aseguradas jamás registradas en un periodo de 6 meses. El Estado más afectado fue Texas.

El resto de pérdidas aseguradas procede de severas inundaciones. A principios de 2023, Nueva Zelanda sufrió dos fenómenos meteorológicos graves con apenas dos semanas de diferencia, lo que pone de manifiesto el creciente riesgo de que los peligros meteorológicos afecten a los grandes centros urbanos. En particular, la Isla Norte de Nueva Zelanda fue golpeada en el primer trimestre con graves inundaciones en Auckland, la ciudad más grande del país, y luego por los restos del ciclón Gabrielle. Ambos se convirtieron en los dos siniestros asegurados más costosos relacionados con la meteorología en Nueva Zelanda desde 1970, con pérdidas aseguradas combinadas estimadas en 2.300 millones de dólares.

Y no hay que olvidar las fuertes lluvias caídas a mediados de mayo en la región de Emilia-Romaña, en el norte de Italia, que provocaron grandes inundaciones y pérdidas aseguradas superiores a los 600 millones de dólares, siendo el suceso meteorológico más costoso ocurrido en el país desde 1970. Sin embargo, las pérdidas económicas totales estimadas ascendieron a 10.000 millones de dólares, lo que quiere decir que el 94% de las pérdidas no están aseguradas.

"En el primer semestre de 2023, las fuertes tormentas eléctricas fueron el principal factor de pérdidas aseguradas por encima de la media, lo que sitúa este riesgo secundario como uno de los principales factores de pérdidas aseguradas a escala mundial. Los siniestros superiores a la media reafirman una tendencia de crecimiento anual de los siniestros asegurados de entre el 5 y el 7%, impulsada por el calentamiento del clima, pero aún más por el rápido crecimiento de los valores económicos en los entornos urbanizados, a escala mundial. Los eventos de ciclones e inundaciones en Nueva Zelanda en el primer trimestre de 2023 dan testimonio del riesgo para los grandes centros urbanos actuales, continuando los patrones observados en 2021 en las inundaciones de Alemania, y en 2022 en Australia y Sudáfrica", ha apuntado Martin Bertogg, director de Riesgos Catastróficos de Swiss Re.

No obstante, los terremotos siguen causando algunas de las consecuencias humanitarias y financieras más graves. La catástrofe más costosa, tanto en pérdidas económicas como aseguradas, fue el terremoto de Turquía y Siria, que causó daños materiales y afectó a los medios de subsistencia de millones de personas en toda la región. Según Swiss Re, las pérdidas aseguradas se estiman en 5.300 millones de dólares, mientras que las pérdidas económicas preliminares ascienden a 34.000 millones de dólares, según estimaciones del Banco Mundial.

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