Grupo Aseguranza

Según el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el 89% de las empresas españolas, en su inmensa mayoría pymes, son propiedad total o parcial de un grupo familiar. Ya como empresas tienen el gran reto de hacerlas crecer en un entorno complejo como el actual, pero aquellas que tienen un carácter familiar también deben enfrentarse con el desafío de hacerlas duraderas en el tiempo. Por esta razón, para aquellas que apuestan por el relevo generacional, resulta imprescindible una planificación adecuada de todo el proceso estratégico de sucesión.

La falta de un plan de sucesión implica precisamente carecer de las herramientas necesarias para que la empresa perdure en el tiempo. Actualmente y como se desprende de los datos de 2023 del Informe de Pymes y Autónomos de Hiscox, únicamente el 11% de las pymes españolas cuenta con uno, algo que evidencia una falta de preparación generalizada de los futuros líderes. De hecho, esta supone la principal razón por la que suelen fracasar los relevos generacionales y es que, tal y como revela también el IEF, el porcentaje de empresas que alcanzan la tercera generación es de tan solo el 9%.

La consecuencia de todo ello es que la capacidad de estas empresas de competir en el mercado se ve mermada. Por este motivo resulta imperativo trazar una hoja de ruta estratégica bien marcada a través de una planificación ordenada y un análisis de las capacidades de gestión que sienten los precedentes para una futura y sólida estructura de la empresa. Más allá, debe tener en cuenta la evolución de los modelos de liderazgo y las necesidades del contexto actual para poder darles respuesta, como puede ser la digitalización, la sostenibilidad o el bienestar de los trabajadores.

Sin embargo, en muchas ocasiones se cae en errores como esperar a la edad de jubilación para comenzar a planear el proceso, en lugar de realizarlo junto al heredero con el tiempo de antelación suficiente. En este sentido, la convivencia entre las diferentes generaciones será imprescindible para que la mayor pueda transmitir todos los conocimientos sobre el negocio y para gestionar las necesidades y contingencias que vayan surgiendo dentro del sistema familiar. Pero cabe destacar que, si la planificación de la sucesión comienza demasiado tarde, existe el riesgo de que no se complete el proceso de formación y se ejecute con carencias que hagan peligrar la continuidad de la empresa.

Pero, antes que nada, para que la sucesión se desarrolle de forma exitosa, lo primordial será establecer como base el fomentar dentro del sistema familiar la concienciación sobre la importancia de perpetuar el legado del negocio, así como mantener un equilibrio entre la transmisión de los valores familiares y la innovación y objetivos a largo plazo. Esto es algo que estas empresas deben tener presente en todo momento, ya que sentará las bases para que el futuro líder tenga las cualidades, motivaciones y competencias necesarias para llevar la empresa a buen puerto.

Por nuestra parte, como aseguradoras, tenemos una misión por delante, la de apoyar a estas empresas para que los sucesores tengan un mayor entendimiento de la industria aseguradora y de nuestro verdadero papel cuando más lo necesitan. Al fin y al cabo, como sector, tenemos todos juntos el objetivo de abrirles nuestras puertas para ser el respaldo necesario para aliviar su carga.

La sección Rincón Pymes by Hiscox se ha publicado en el nº de marzo de la revista Aseguranza.

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