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Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hay duda de que España cerrará el año como la peor de las grandes economías avanzadas. En su último informe mantiene una previsión de caída del PIB para España del 12,8%, superior en 1,6 puntos sobre el -11,2% que estima el Gobierno. Esa caída del 12,8% es, por ejemplo, el doble que la prevista pata Alemania.

Las previsiones del FMI sitúan a la economía española muy lejos de otros países de la eurozona y aunque es menos pesimista en general para otras economías, "el empleo global sigue estando por debajo de los niveles de antes de la pandemia y que el mercado laboral se ha vuelto más polarizado, con los trabajadores de bajos ingresos, los jóvenes y las mujeres como los más golpeados", según Gita Gopinath, economista jefe del FMI.