Los actuarios españoles temen que la 'reforma Escrivá' ponga en riesgo las pensiones futuras
El Instituto de Actuarios Españoles ha presentado un informe en el que analiza la reforma de las pensiones promovida por el ministro Escrivá y alertan de que desprotege a las pensiones futuras y no garantiza la equidad del modelo español.
Consideran que la revalorización con el IPC amenaza la sostenibilidad del sistema a 20-30 años y "esto debe explicarse a la ciudadanía", dicen.
La Ley 21/2021 que reforma el sistema de pensiones español incide en reforzar la suficiencia de las pensiones, lo cual es positivo, pero retrocede en fortalecer la sostenibilidad -capacidad presente y futura del sistema de atender los compromisos que adquiere- y la equidad -equivalencia actuarial entre lo entregado y lo recibido- del sistema, dos aspectos clave que, a medio-largo plazo (20-30 años), ponen en peligro la suficiencia de las pensiones, es decir, la capacidad del sistema de aportar a las personas jubiladas un nivel de vida similar al que tenían cuando estaban activas y que les proteja de situaciones de pobreza.
El informe completo analiza el impacto que la reforma aprobada en 2021 tiene sobre el sistema de pensiones español centrándose en 4 aspectos de la reforma que pueden estudiarse desde ese punto de vista financiero-actuarial: revalorización de las pensiones; jubilación demorada; jubilación anticipada y Mecanismo de Equidad Intergeneracional.
Sobre la revalorización, Enrique Devesa, profesor titular de Economía Financiera y Actuarial, y miembro del IAE, explica que "la actual mejora de la suficiencia para los actuales pensionistas implica un empeoramiento de la sostenibilidad del sistema. El hecho de que la revalorización erosione la sostenibilidad genera el temor a la necesidad de futuras reformas que se deberían basar, bien en insuflarle al sistema nuevos recursos, lo cual supone un coste fiscal; bien reducir la generosidad relativa de las prestaciones, rompiendo con ello dicha equidad. Por todo ello, el elevado esfuerzo que va a suponer revalorizar las pensiones con el IPC debería ser conocido por todos, porque las implicaciones de esta norma no solo afectan a la generación actual de cotizantes, sino que se extenderá durante varias décadas".
En cuanto a la jubilación demorada, el informe critica que penaliza al ciudadano que opta por ella. "Pese a que los coeficientes se han unificado en el 4% por cada año completo de demora de la edad de jubilación, siguen por debajo de lo actuarialmente equivalente, que estaría en torno al 5,4% anual". En este sentido, como expone Gregorio Gil de Rozas, vocal de la Junta de Gobierno del IAE y responsable del Grupo de Investigación en Pensiones Públicas del organismo, "Para estar alineados con la aportación positiva que la jubilación demorada realiza al sistema, los coeficientes deberían ser más generosos con el ciudadano que tomase la decisión de retrasar su jubilación. También es discutible, máxime teniendo en cuenta los cambios en la jubilación anticipada, que haya que seguir esperando un año completo para poder optar a esta mejora. Creemos que tendría un mayor impacto si la mejora se estableciera por mes y no por año, siendo en este caso del 0,45% mensual el coeficiente que mejor se adapta a un criterio actuarial". Por lo que respecta a la jubilación demorada, España se encuentra entre los tres países menos generosos de la UE.
Jubilación anticipada
La reforma de las pensiones ha seguido un criterio poco razonable a la hora de establecer los coeficientes según el número de años de anticipo para aquellos que quieren adelantar su edad de jubilación. Para los expertos del IAE, desde el punto de vista actuarial, la solución podría pasar por un único coeficiente del 0,5% por cada mes de anticipación, independientemente del resto de variables que ha considerado la normativa. "Esto haría más equitativo actuarialmente el cálculo de la pensión, lo simplificaría y lo haría más comprensible y transparente", comenta Enrique Devesa.
Finalmente, sobre el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, los actuarios creen que es un sistema complejo y difícil de valorar. Como expone Gregorio Gil de Rozas, "la valoración del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), no resulta fácil. Es un esquema complejo y carente de concreción en algunos de sus aspectos fundamentales, como las actuaciones que se activan cuando haya un desvío respecto al gasto inicial. Además, incluye un aumento del tipo de cotización que, sin embargo, no redunda en una mejora de la pensión".
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