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En Latinoamérica, el mercado asegurador experimentó un crecimiento del 1,6% en 2019 tras recaudar unos 153.053 millones de dólares. De este total, un 54% corresponde a No Vida, segmentó que decreció un 1,1% afectado por "la ralentización económica vivida"; y el 46% restante a Vida, que aumentó un 5,1% gracias a "una menor depreciación de las divisas" y a que ha tenido "un entorno favorable de tipos de interés para la comercialización de los productos de Ahorro y Rentas". Estos datos se recogen en el informe 'El mercado asegurador latinoamericano en 2019', elaborado por Mapfre Economics y editado por Fundación Mapfre.

A excepción de los mercados aseguradores de Argentina y Chile, los grandes mercados aseguradores de la región tuvieron un buen comportamiento. En este sentido, destacan especialmente México y Perú, los cuales tuvieron un crecimiento real excepcional tanto en sus monedas locales (7,2% y 7,4%, respectivamente) como en dólares (11% y 8%, en cada caso), con un incremento equilibrado entre los segmentos de Vida y No Vida. Los mercados de Brasil y Colombia también presentaron notables crecimientos reales en sus respectivas monedas (7,4% y 6,6%, respectivamente), aunque significativamente inferiores al medirlos en dólares (3,1% y -0,6%, en cada caso), por la depreciación sufrida por sus respectivas monedas.

En 2019, el resultado neto agregado del mercado asegurador latinoamericano se situó en 13.462,2 millones de dólares, experimentando un crecimiento del 13,5% respecto al año anterior.

El índice de penetración promedio de la región se ubicó en el 2,9%, superando en 0,08 puntos porcentuales al registrado en 2018, y el índice de profundización se situó en el 46,1%, 1,5 puntos por encima.

Por último, la Brecha de Protección del Seguro (BPS) se situó en 246.800 millones de dólares en 2019, un 3% menos que la estimada el año previo, lo que, nuevamente, confirma el positivo desarrollo de esta actividad en la Latinoamérica.

Si bien, los autores del informe consideran que el panorama puede cambiar de forma radical en 2020 por la crisis originada por la aplicación de medidas de confinamiento y distanciamiento social para afrontar la pandemia del Covid-19, las cuales han sido acompañadas por la caída de los precios del petróleo y del resto de las materias primas, así como de los productos básicos, lo que hace que las perspectivas económicas se presenten extremadamente complejas para la región en 2020. En este sentido, Mapfre Economics prevé un desplome del PIB del 9,4% para la región.