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12 de mayo
08:38 2016
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Las mutualidades también disfrutarán de las “bondades” de Solvencia II

El Pilar II de Solvencia II es el “que impacta más en las entrañas de las compañías”, también supone un gran trabajo para las entidades al tener que reportar al supervisor. María Nuche, subdirectora general de Inspección de la DGSFP, en su participación en el XI Encuentro de Mutualidades recordó que el 20 de mayo deberá entregarse el Balance de Apertura y seis días después el primer reporting trimestral. En cuanto al ORSA, la DGSFP recomienda que se entregue el 30 de junio de 2016. “No es de obligado cumplimiento, pero teniendo en cuenta que se trata de un informe de carácter prospectivo, es recomendable”, afirmó.

María Nuche quiso también dedicar un tiempo de su intervención al Régimen Especial de Solvencia, el que más afecta a las mutualidades. A este régimen pueden acogerse aquellas entidades que no superen los umbrales marcados por la Solvencia II, es decir, “entidades pequeñas”, y se les aplicarán diferentes requisitos de solvencia, sistema de gobierno y requisitos de información al supervisor. En cierta medida, según Nuche “se evita la complejidad de Solvencia II”, aunque eso sí, garantizó “que las bondades que ofrece Solvencia II se mantienen también en el régimen especial al que se acogen las mutualidades”.

En lo que concierne a las mutualidades de previsión social, Nuche también les recordó que pueden acogerse a este régimen todas aquellas que no hayan obtenido autorización para operar por ramos. También las entidades que garanticen exclusivamente prestaciones para el caso de muerte, cuando el importe de estas prestaciones no exceda del valor medio de los gastos funerarios por un fallecimiento o cuando estas prestaciones se sirvan en especie.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que cualquier mutualidad en régimen especial si supera durante tres años los umbrales mínimos pasará inmediatamente al régimen general.