Grupo Aseguranza

Según el último Barómetro del Consumidor Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, un 44% de los mayores de 55 años en activo desearía jubilarse antes de los 65, pero un significativo 38% está dispuesto a compatibilizar trabajo y pensión en el futuro.

El estudio refleja un cambio en las expectativas y actitudes del colectivo sénior hacia modelos de jubilación más flexibles, como la jubilación parcial, activa o la recientemente propuesta jubilación reversible, que permitiría reincorporarse al mercado laboral tras el retiro. Incluso entre los ya jubilados, un 25% afirma que le gustaría haber podido compaginar pensión y empleo, y un 15% reconoce que habría preferido trabajar más allá de los 65 años.

Estos datos coinciden con las recomendaciones del informe Perspectivas de Empleo para 2025 de la OCDE, que insta a España a movilizar el talento sénior para contrarrestar el impacto de la pérdida de mano de obra. Según sus cálculos, si se incorporaran al empleo los más de 530.000 mayores de 55 años actualmente en paro, el PIB nacional podría crecer un 0,26%, compensando el retroceso provocado por el envejecimiento poblacional.

Edadismo, un obstáculo

El informe también señala que el edadismo sigue siendo un obstáculo importante. El 32% de las personas entre 55 y 59 años y el 23% de las de 60 a 64 años reconocen haberse sentido discriminadas por su edad en ámbitos como el acceso a un empleo, la sanidad o los productos financieros.

"España no puede permitirse desperdiciar el talento sénior", subraya Juan Fernández Palacios, director de Ageingnomics. "Debemos fomentar un cambio cultural en las empresas y en la sociedad para construir entornos laborales inclusivos, sin prejuicios, donde los mayores de 55 años puedan seguir desarrollándose profesionalmente".

La clave, concluye el informe, está en transformar el envejecimiento en una palanca de crecimiento económico y bienestar social.

Si quiere recibir diariamente y GRATIS noticias como esta, pinche aquí.