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En 2018, se registraron en España 369.302 nacimientos, lo que significa un descenso del 6,1% respecto al año anterior y que se traduce en 23.879 nacimientos menos, según datos provisionales publicados por el INE. Continúa así la tendencia a la baja que se está experimentando en la última década, excepto en 2014. Y es que, desde 2008, el número de nacimientos ha caído nada menos que un 29%.

La tasa bruta de natalidad se ha situado en 7,9 nacimientos por cada 1.000 habitantes, 5 décimas menos que en 2017, debido a varios factores. Uno de ellos es la disminución del número de hijos por mujer, como establece el indicador coyuntural de fecundidad, que lo fija en 1,25; es decir, 6 centésimas menos que el año pasado y siendo el valor más bajo desde 2002.

También contribuye a este mal dato el hecho de que las mujeres retrasan la maternidad. De hecho, la edad media a la maternidad se ha elevado en 2018 a los 32,2 años, una décima más que en 2017. Este retraso en la maternidad se refleja en el número de mujeres que son madres con más de 40 años, una cifra que ha crecido un 63,1% en la última década. En 2018, el porcentaje ha aumentado hasta el 9,7%, casi 5 puntos más que en 2008.

Aumenta la mortalidad

Por el contrario, la mortalidad creció un 0,4% en España en 2018, ascendiendo a 426.053 personas. Así, la tasa bruta de mortalidad fue de 9,1 defunciones por cada 1.000 habitantes, similar a la de 2007.

Una noticia positiva es que la tasa de mortalidad infantil se ha reducido hasta las 2,59 defunciones por cada 1.000 niños nacidos en 2018.

Más esperanza de vida

La esperanza de vida al nacimiento se ha situado en 2018 en los 83,2 años, una décima más que en el ejercicio anterior, siendo mayor en las mujeres (85,9 años) que en los hombres (80,5 años). Así, de acuerdo a las condiciones de mortalidad actuales, una persona que alcance los 65 años en 2018, vivirá una media de casi 20 años si es un hombre y más de 23 años si es una mujer.