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La Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) ha recomendado a los países miembros limitar el cobro de las pensiones de viudedad. De esta manera propone que únicamente se tenga derecho a una pensión permanente de este tipo después de la jubilación y se impida el cobro para las personas divorciadas.

En su informe anual sobre el estado de las pensiones, que recoge Europa Press, el presidente de la institución, Ángel Gurría, ha destacado que el objetivo de estas pensiones es mantener el nivel de vida de los viudos. La propuesta del organismo pasa por "internalizar" el coste de las pensiones dentro de las parejas. Es decir, que aquellos individuos que estén viviendo en pareja deberían cobrar una cantidad menor que los jubilados que vivan solos o estén solteros. De esta manera, dicen, se equilibraría el gasto de estas pensiones.

Su argumentación es que las parejas que comparten casa y convivencia se benefician de economías de escala frente a los que viven solos. Por ello, sus ingresos relativos son más altos aunque cobren la misma cantidad.