Grupo Aseguranza

Pelayo registra al cierre del primer semestre del año una facturación de 172,3 millones de euros, con una caída del 3,6% respecto a 2019. No obstante, el beneficio neto de la mutua asciende a los 4,1 millones, lo que supone un aumento del 93,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Un incremento que se debe, según subraya la compañía, "al buen comportamiento de la política de selección hacia mejores riesgos, del ajuste de los gastos durante el ejercicio y a la baja siniestralidad experimentada en los meses de confinamiento".

Los ingresos del negocio de Autos, el más destacado, se encuentra en los primeros 6 meses en 139,8 millones, con una caída de cerca del 5% y un total de 838.221 pólizas.

La mutua cuenta con un nivel de solvencia 2,8 veces por encima de la cuantía exigida y un capital disponible de 365,4 millones. El ratio de siniestralidad se sitúa en el 59,2% frente al 66,7% de hace un año. Este hecho, apunta Pelayo, se debe fundamentalmente a la "bajada en la frecuencia de siniestros del ramo de automóviles por el descenso en el del uso del vehículo en los meses de confinamiento por la crisis del Covid-19". Por su parte, la cartera total de pólizas asciende a 1,1 millón.

Pelayo Vida ha registrado una caída del 142% en su beneficio, con un retroceso en cifra de negocio del 6,7% yuna mejora de los fondos gestionados del 2,3%.

Por su parte, Agropelayo, en negocio agrario compartido con Agromutua, registro una mejora del 4% en su cifra de negocio, aunque el beneficio "ha sido muy reducido" por las recientes tormentas del mes de junio, indica la mutua.

Adaptación del Plan Estratégico

Pelayo ha comunicado que ha adaptado su Plan Estratégico 2020-2022 a la nueva situación del mercado provocado por la pandemia. Añade que "conserva sus objetivos prioritarios" enfocados a mejorar márgenes, fidelizar y retener a los clientes de mayor valor, junto a implantar un modelo de omnicanalidad y diversificar el negocio.