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15 de febrero
08:39 2024
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La pérdida económica por fraude es la principal consecuencia de ciberataques a empresas

La pérdida económica por fraude por desvío de pagos se coloca como consecuencia más común tras sufrir un ciberataque, como atestigua el 38% de las empresas españolas que sufrieron ciberataques en 2022. Así lo confirma el Informe de Ciberpreparación 2023 de Hiscox, que constata un aumento en comparación con el año anterior, cuando se situaba en el 32%.

El fraude por desvío de pagos se sitúa como una amenaza en crecimiento y afecta de forma especial a las pequeñas empresas, como señaló el 43%, mientras entre las medianas y grandes empresas esta pérdida económica fue la primera consecuencia para el 42% las primeras y del 40% de las grandes organizaciones. Por sectores, con un 50%, el de la energía y el de viaje y ocio fueron los que tuvieron al fraude como resultado más frecuente, por delante de transporte y distribución (46%).

En cuanto al tipo de ataques, siguieron teniendo especial protagonismo los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), donde los atacantes sobrecargan con tráfico malicioso los recursos de la red de sus víctimas. También el ransomware, incluyendo la ciberextorsión o la amenaza de exposición de datos de la empresa, que descendió 3 puntos porcentuales con respecto a 2021, a un 20% en 2022.

Por otro lado, el informe de Hiscox recoge que ante los ciberataques las empresas responden con medidas adicionales de ciberseguridad. "La gran medida correctora entre las empresas españolas es la implementación de requisitos adicionales de ciberseguridad y auditoría, indicado por el 39% del total de encuestadas", detalla Hiscox. El porcentaje asciende al 50% para el sector TMT (tecnología, medios y telecomunicaciones), viajes y ocio y servicios financieros, así como al 53% para las empresas de 250 a 999 empleados.

Ana Silva, responsable de Suscripción de Producto Ciber en Hiscox Iberia, afirma que "la pérdida económica por fraude de desvío de pagos es una ciberamenaza en crecimiento, tal y como constata nuestro informe. Pero también debemos tener en cuenta que los costes de los ciberataques en su totalidad, que no dejan de crecer exponencialmente, no se limitan a pérdidas económicas, ya que las empresas afectadas también pueden sufrir un impacto sobre su marca y reputación, o dificultad para atraer nuevos clientes. Recuperar su reputación una vez perdida no es sencillo, y esto refleja la verdadera necesidad de que las empresas, sean del tamaño que sean, terminen de dar el paso en la lucha contra las ciberamenazas y apuesten por la prevención, formación y concienciación como primera barrera de ciberseguridad".

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