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17 de diciembre
11:43 2025
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Regulación, educación financiera y digitalización, las 3 claves para reducir la brecha de protección

El sector asegurador global se encuentra en un punto de inflexión donde la modernización regulatoria, la eficiencia operativa y la aplicación de políticas públicas estratégicas son esenciales para impulsar su desarrollo y ampliar la protección social. Un nuevo estudio elaborado por Mapfre Economics y presentado por Fundación Mapfre, titulado 'Tendencias y elementos para el desarrollo de los mercados aseguradores', analiza en profundidad los factores de oferta y demanda que determinan los niveles de penetración del seguro y propone líneas de acción para cerrar la Brecha de Protección del Seguro (BPS).

Regulación

Para aumentar la penetración, el informe identifica varios componentes clave desde la perspectiva de la oferta, siendo el marco de regulación prudencial el factor fundamental. La modernización regulatoria hacia esquemas basados en riesgos (como Solvencia II) puede estimular la oferta al permitir una asignación más eficiente del capital e incentivar una gestión más profesional de las entidades.

El Índice de Proximidad a una Regulación Basada en Riesgos (I-RBR) de MAPFRE Economics revela que los mercados desarrollados han avanzado más en esta transición, mientras que algunos mercados emergentes, como México y Brasil, también muestran progresos significativos. No obstante, el avance debe ser gradual y paralelo al desarrollo de capacidades técnicas e infraestructura de mercado para evitar el establecimiento de barreras de entrada o la asignación ineficiente de recursos.

Otro aspecto vital es el acceso al mercado y a capital. En mercados avanzados, la diferenciación por ramos y la calibración proporcional de los requisitos patrimoniales (capitales mínimos ajustados al perfil de riesgo) han fomentado modelos de negocio más especializados y una mayor competencia. Por el contrario, la exigencia de capitales mínimos elevados en algunos mercados de menor tamaño puede actuar como una barrera, limitando la competencia y resultando en una sobrecapitalización que se traslada a los precios.

En cuanto a la distribución, la diversificación de canales y mecanismos (multicanalidad) se asocia a mayores ganancias de penetración, especialmente en el segmento de No Vida en América Latina. En América Latina, la bancaseguros es el canal principal (46,6% del total), impulsado por mercados como Brasil y Perú, mientras que los agentes dominan el segmento de No Vida.

Finalmente, la eficiencia en gastos es crítica, sobre todo para las economías emergentes. La reducción del ratio de gastos permite ofrecer productos más competitivos y destinar una mayor porción de las primas al pago de siniestros, fortaleciendo la función social del seguro.

Educación financiera

La educación financiera es un componente estructural que explica los niveles de aseguramiento y es esencial para el aumento sostenido de la demanda a medio y largo plazo. Una mejora en la alfabetización financiera se correlaciona con una mayor comprensión de los beneficios del seguro y una menor desconfianza hacia los productos. Globalmente, solo 1 de cada 3 adultos alcanza el nivel mínimo de alfabetización financiera.

Además, el informe pone en relación la educación financiera con las políticas públicas que sostiene que tienen la capacidad de catalizar la demanda aseguradora al emplear el seguro como un instrumento para lograr grandes objetivos sociales y económicos.

También apunta que la inclusión financiera en seguros es fundamental para que grupos vulnerables accedan a protección, impulsando la penetración tanto cuantitativa como cualitativamente. Los microseguros son una herramienta clave en economías emergentes para mitigar el impacto de eventos adversos y riesgos climáticos. El diseño de microseguros debe ser simple, con coberturas claras, pólizas en lenguaje sencillo y procesos de pago adaptados a ingresos irregulares. La regulación debe reducir los costes de transacción y flexibilizar los canales de distribución para hacer estos productos asequibles, sin comprometer la solvencia de las aseguradoras. La creciente frecuencia de eventos extremos está ampliando las brechas de protección, por lo que los microseguros, combinados con políticas de apoyo, son cruciales para reducir la vulnerabilidad económica.

Digitalización

Por último, el informe también considera que la digitalización se ha consolidado como una necesidad estratégica para el futuro del sector asegurador a nivel global, impulsando la innovación y la eficiencia.

La irrupción de tecnologías como el Big Data, la Inteligencia Artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) permite adoptar soluciones innovadoras en muchos ámbitos de la actividad aseguradora. Desde la perspectiva operativa, la distribución digital a través de plataformas on-line y aplicaciones móviles ha reducido drásticamente los costes de adquisición y mejorado la experiencia del cliente, facilitando el acceso a productos estandarizados.

Esta multicanalidad, junto con las plataformas digitales, es una estrategia eficaz para aumentar la penetración del seguro y el control de costes en economías emergentes. Además, la digitalización es el principal motor de la inclusión financiera en las economías de ingresos bajos y medios, siendo clave para reducir costes y mejorar la distribución de microseguros y seguros inclusivos.

El hecho de que el 86% de los adultos a nivel global posea un teléfono móvil facilita enormemente el uso de servicios digitales y la expansión de la protección aseguradora a segmentos vulnerables.

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